El Parlamento quiere que la UE reconozca el acceso a una vivienda digna y asequible como un derecho humano y que adopte medidas para que no haya más personas sin hogar.
Una vivienda digna incluye acceso a agua potable de calidad, saneamiento e higiene adecuados, así como conexión a las redes de alcantarillado y traída de aguas, señala el pleno en una resolución aprobada con 352 votos a favor, 179 en contra y 152 abstenciones.
Los eurodiputados piden que se introduzcan a escala de la Unión requisitos mínimos obligatorios para unos hogares saludables, incluida la calidad del aire interior. También demandan a la Comisión y los países que den prioridad a la reducción de las emisiones y a la eficiencia energética mediante la renovación de viviendas.
Acabar con el problema de las personas sin hogar para 2030
En muchos Estados miembros, la tasa de personas sin hogar ha aumentado en la última década debido al incremento de los costes de la vivienda y al recorte de los programas sociales y la suspensión de las ayudas. La resolución hace hincapié en que, en la UE, cada noche, al menos 700 personas duermen en la calle o en albergues, el 70% más que hace diez años.
El Parlamento reitera su petición de establecer un objetivo para toda la UE de acabar con el problema de las personas sin hogar antes de 2030. Los eurodiputados reclaman que se mantengan las medidas excepcionales adoptadas durante la crisis del COVID-19, como la suspensión de los desahucios y la interrupción de los suministros y la provisión de vivienda temporal.
La vivienda debe ser asequible
El texto insta a los Estados miembros y las autoridades locales y regionales a adoptar disposiciones legales, incluidas normativas de alquiler claras, para proteger los derechos de los inquilinos y propietarios que ocupan sus propias viviendas.
Plantean, para ello, impulsar la transparencia de los alquileres, apoyar a las organizaciones que trabajan en la protección de los inquilinos y establecer procedimientos de resolución de litigios legales de umbral bajo.
Una vivienda es considerada asequible cuando la persona o familia cuenta con presupuesto suficiente para atender otros gastos esenciales, pero los eurodiputados advierten de que más del 25% de los inquilinos europeos en el mercado libre dedican a la vivienda por encima del 40% de la renta del hogar.
El Parlamento pide a la Comisión Europea y a los Estados miembros que protejan mejor a los deudores hipotecarios contra los desahucios, que deben evitarse, también tras procesos de renovación.
La resolución alerta, por último, de que la explosión del alquiler vacacional está retirando viviendas del mercado y propiciando un aumento de los precios, con consecuencias para la habitabilidad de los centros urbanos y turísticos.
Situación en España
Según cifras de Eurostat de 2018, el 8,9% de la población española destina más del 40% de sus ingresos a su gasto en vivienda, una cifra ligeramente inferior a la media comunitaria, que se sitúa en el 9,6%, y muy alejada de datos como el de Grecia, donde el 39,5% de los ciudadanos gasta casi la mitad de su salario en su vivienda.
Asimismo, España es de los pocos países de la Unión Europea que ha sufrido durante la última década una reducción en los precios de la vivienda, con una bajada del 5,6% entre 2010 y las cifras del segundo trimestre de 2020, y siendo solo superado por Italia (13,2%) y Grecia (31%), los tres países más golpeados por la crisis económica de 2008. Sin embargo, la tendencia en el conjunto de la UE durante este mismo periodo fue de crecimiento, incrementándose el precio medio de la vivienda en un 25%.
En cuanto a los alquileres, la tendencia entre los Veintisiete también fue al alza, aunque con una subida menos pronunciada del 14,2%. España, es el país en el que menos han crecido los precios del alquiler, aunque destacan los casos de Grecia y Chipre, únicos Estados miembro que reflejaron un descenso en el precio del alquiler, en concreto de un 25,2% y un 4,8% respectivamente.