El asalto del Capitolio ha tenido un precio un precio para el Partido Republicano que, ante la violencia que se estaba viviendo en Washington D.C, ha movido ficha y ha condenado “de manera enérgica” el histórico asalto al símbolo más importante de la democracia de Estados Unidos y advierte a los seguidores del presidente saliente que esto no es “patriotismo”.
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El Partido Republicano no ha tardado en condenar “enérgicamente” el asalto que ha tenido lugar al Capitolio de los Estados Unidos en medio de la sesión de certificación de los últimos resultados de las elecciones presidenciales que se celebraron el pasado mes de noviembre y ha querido recordar, en contra de la postura de Donald Trump, que este tipo de actos violentos no pueden considerarse “actos de patriotismo”.
El partido ha emitido un comunicado y ha pedido a “todos los involucrados que escuchen a las fuerzas de seguridad y ayuden a restablecer el orden en la capital” de los Estados Unidos. “Estas escenas violentas que hemos presenciado no representan actos de patriotismo, sino que son un ataque contra nuestro país y los principios que lo fundan”.
Y, si esto no fuera suficiente, han querido recordar a los asaltantes que “nuestros Padres Fundadores establecieron una nación de leyes, no una nación de anarquía”, en un mensaje realmente contundente a pesar de que conocidos miembros del partido han apoyado, en numerosas ocasiones, las teorías conspirativas apoyadas por Donald Trump desde que tuvieran lugar las elecciones presidenciales el pasado y en las que Joe Biden logró la victoria.
De esta manera, Donald Trump se queda más solo todavía en el Partido Republicano. Y si eso no fuera suficiente, pocas horas más tarde, solo seis senadores republicanos han apoyado la última petición de Donald Trump, frente a un total de 93 que votaron en contra: una proposición para dejar sin ningún tipo de efecto los resultados de las últimas elecciones presidenciales en el fundamental estado de Arizona, en el que Joe Biden, presidente electo, ganó por tan solo 10.400 votos.
La sesión fue rápidamente reanudada por Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos, tras la suspensión ante la irrupción de un centenar de seguidores de Donald Trump en el Capitolio, asalto que ha terminado con cuatro personas muertas y un total de 52 detenidos.
Una de las más críticas ha sido Lindsey Graham, senadora republicana por Carolina del Sur y, hasta ahora, fiel defensora de Donald Trump: “No cuenten conmigo, ya es suficiente” que llegó a pedir a Pence que “termine con todo esto” pues Donald Trump “no lo hará”. Y culminó la sesión con una frase que pasará a la historia: “Se acabó. Joe Biden y Kamala Harris han sido elegidos legalmente y se convertirán en el presidente y la vicepresidenta de los Estados Unidos el 20 de enero”.