La ministra de Defensa, Margarita Robles, ensalzó a las Fuerzas Armadas como un cuerpo moderno y capacitado para afrontar los grandes retos a los que España se enfrenta en su futuro más reciente. La pandemia del Covid-19 ha demostrado la capacidad de trabajo del Ejército, algo que la ministra reasltó con orgullo en la Pascua Militar celebrada este miércoles en el Palacio Real.
Lea el discurso íntegro de la ministra de Defensa, Margarita Robles:
"Es un honor participar en este acto tradicional, tan arraigado en la vida castrense, de celebración de la Pascua Militar. Es un orgullo dirigir estas palabras ante Vuestra Majestad y Vuestra Familia, Su Majestad la Reina, para quienes expreso mis mejores deseos de salud y felicidad en este día tan señalado.
Permítame que comience, por rendir un emocionado homenaje y recuerdo, a todos los españoles fallecidos, o afectados por esta crisis sanitaria del coronavirus. Entre ellos también han estado miembros de las FFAA, del Órgano Central y de la Guardia Civil.
Queremos transmitir a las familias de todos esos españoles que ya no están con nosotros, nuestro cariño y apoyo. Decirles que compartimos su dolor, porque cuando uno solo de nuestros compatriotas ha fallecido como consecuencia de la pandemia, todos hemos sentido profundamente su pérdida.
Las FFAA son una gran familia, abierta a todos los españoles. En ella, nadie se encuentra solo.
Nunca se deja a ningún compañero atrás y el dolor de uno, es el dolor de todos, porque la solidaridad, el compromiso y la generosidad, están presentes cada día, en la actuación de todos los hombres y mujeres de las FFAA.
Por eso, hemos sentido la muerte de cada español como propia, les hemos acompañado en muchos momentos. Eran nuestros padres, hermanos, hijos, maridos o mujeres.
En homenaje a ellos, vamos a seguir trabajando y mirando al futuro con esperanza. Las lágrimas que tantos hombres y mujeres de las FFAA, han guardado para sí durante la Operación Balmis, mientras ayudaban a todos los españoles, especialmente a los más vulnerables, nos van a servir de estímulo para ganar todos juntos esta batalla al Coronavirus.
Señor, este es un acto tradicional, que nos sirve, sobre todo, para recordar, celebrar y aprender, de los episodios de concordia y sabiduría de nuestra historia, que se plasman hoy en los valores y derechos recogidos en nuestra Constitución. Ellos delimitan el espacio moral y político, en que debe discurrir nuestro estado social y democrático de derecho y tienen su máxima expresión en la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político, que nuestra Carta Magna consagra, definiendo un marco de convivencia que hace de España un gran país.
Como habéis señalado en múltiples ocasiones, los hombres y mujeres que integran nuestras FFAA, son el pilar fundamental de la organización militar. Lo más valioso que tenemos.
Con su esfuerzo y generosidad, mediante la Operación Balmis y la actual Misión Baluarte, las Fuerzas Armadas han realizado el mayor esfuerzo militar en tiempo de paz de nuestra historia. Lo han hecho, con un único objetivo: salvar vidas y ayudar a los ciudadanos. Sin preguntar quiénes eran, ni dónde estaban.
Por ello, nadie tiene derecho y menos quienes en su día vistieron el uniforme de las FFAA, a perjudicar el inmenso prestigio que tienen nuestros Ejércitos, con la plena conciencia y agradecimiento de la sociedad española.
Una insignificante minoría, que sólo se representa a sí misma, que busca una publicidad y un protagonismo, que ni merece ni tiene y que cuestiona irresponsablemente las bases de la convivencia en España, solo merece el rechazo más absoluto, por su intolerancia, sus delirios y su total alejamiento de los valores castrenses.
Porque Señor, puedo aseguraros que contamos con unas Fuerzas Armadas modernas, altamente preparadas y formadas exclusivamente en el marco de la Constitución.
Que no buscan publicidad, comprometidas con un futuro de la más alta cualificación científica y tecnológica y que son un ejemplo en los ámbitos multilaterales en los que España y sus ejércitos participan, donde por su preparación y entrega, gozan de la más alta consideración, como se demuestra a diario en las misiones de OTAN, UE y NNUU.
Señor, hace unos días visitaba el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla. En él pudimos ver como todos los sanitarios y trabajadores han combatido contra el Covid, dispuestos a ganar la batalla. En ese hospital que este año cumple 125 años de existencia, hemos comprobado, como trabajando militares y civiles conjuntamente, se han salvado miles de vidas.
Ese hospital, como tantos otros de nuestro país, es un hospital de vida y esperanza. Para mantener la esperanza y salvar vidas, en cualquier lugar de España, por recóndito que sea, cuando sea necesario, estarán, callada y abnegadamente, dando ejemplo de sus valores y de su compromiso todos los hombres y mujeres de las FFAA y Guardia Civil, listos para servir a los ciudadanos sobre todo, y eso me importa mucho remarcarlo, a los más vulnerables y al hacerlo así estarán sirviendo a España, haciéndonos sentir orgullosos de nuestro gran país y de su proyección y liderazgo en la Europa de la Defensa.
En esta tarea, Señor, estoy segura de que contaremos siempre con su apoyo. Muchas gracias"