Donald Trump se niega a aceptar que Joe Biden es el ganador de los comicios electorales más reñidos de la historia de los Estados Unidos: “No descansaré hasta que haya un recuento honesto”. Además, el empresario avisa: “Las elecciones están lejos de terminar”. Estas declaraciones han formado parte de un comunicado de prensa publicado por la agencia de noticias Associated Press.
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Donald Trump asegura que Joe Biden, el candidato demócrata y ganador de esta cita electoral, “se ha apresurado a proclamarse ganador” y ha contado con la connivencia de “sus medios de comunicación aliados”. Una frase que sorprende, pues la propia FOX NEWS que fue, durante los últimos cuatro años, el medio de comunicación de Trump ha confirmado la victoria de Biden.
Trump acusa a estos medios de “no querer que se conozca la verdad” y advierte que “las elecciones están lejos de terminar” pues “no ha certificado como ganador en ningún estado(…) Y mucho menos en los que tienen un recuento ajustado y en los que habrá que hacer recuento”. En estos estados, ha querido recordar, su equipo legal ha interpuesto demandas que podrían llegar a determinar “el vencedor final”.
De nuevo, Donald Trump vuelve a acusar al estado de Pensilvania con falsedades (y sin pruebas, por supuesto) asegurando que no se dejó que sus observadores accedieran al recinto donde estaba teniendo el proceso de recuento. “Los votos legales deciden quién es el presidente, no los medios de comunicación”.
Para terminar, Trump añade: “El pueblo estadounidense tiene derecho a una elección honesta: eso significa contar todos los votos legales y no contar los votos ilegales”. Por otro lado, señala que es sorprendente que el equipo de Joe Biden no esté de acuerdo con este principio que considera “básico” y “quiera que se cuenten papeletas incluso cuando son fraudulentas, fabricadas o emitidas por votantes fallecidos”.
“¿Qué esconde Biden?” y Trump asegura que no va a descansar “hasta que el pueblo tenga el recuento honesto que se merece y que la democracia exige”.
El empresario ya ha anunciado que este mismo lunes iniciará la batalla en los juzgados para demostrar que la victoria de Biden no es legítima y que se ha cometido fraude con los votos por correo. Su familia es lo único que le queda, tras no recibir el apoyo de los medios de comunicación más conservadores ni de miembros de su propio partido. Todo lo contrario, varios senadores republicanos le han recordado que hay que respetar la democracia y le han insistido que pare.