Donald Trump se ha convertido en el perdedor de los comicios electorales que se acaban de celebrar. Una situación que el ex-empresario no acaba de aceptar y, según las informaciones publicadas durante los últimos días, hará todo lo que sea necesario para no abandonar la Casa Blanca.
[Sumario]
Donald Trump está seguro de que tiene un as en la manga, pero su problema es que no tiene el respaldo de los suyos, los demócratas no se van a cerrar en bloque para proteger y apoyar a su candidato. Sólo él y su núcleo duro van con todo y han apostado por la vía judicial, convencido de que tiene opciones de vencer, pues tiene mayoría en el poderoso Tribunal Supremo.
De momento, numerosos gobernadores republicanos ya han mandado un mensaje a su candidato a la Presidencia: “hay que respetar el resultado electoral” y reconocen que el próximo presidente de los Estados Unidos es Joe Biden. El próximo 20 de enero, suceda lo que suceda y diga lo que diga Trump, el sillón principal del histórico Despacho Oval tendrá que estar ocupado y, por el momento, es Joe Biden.
Puede llegar a suceder que sean las Cámaras las que acaben decidiendo quién será el próximo presidente. En la Cámara de Representantes la mayoría es del partido Democráta, con Nancy Pelosi liderando, pero un cambio en el Senado estaría dominado por sus oponentes, republicanos.
A esto se podría agarrar el propio Donald Trump si quiere seguir cuatro años más como presidente de la considerada como “mayor potencia del mundo” que, a lo largo de estos días, está quedando bastante mal por unos comicios completamente desvirtuados y cuyo conteo ha sorprendido por la desorganización. Incluso, podría suceder que el resultado de las urnas no valiera absolutamente nada.
[Sumario]
Por el momento el vencedor ha sido Joe Biden.
[Sumario]
Estamos ante el fin de la era Trump, pero el empresario no ha dudado en arrojar pólvora contra el sistema electoral del país (el mismo gracias al cual él fue presidente hace cuatro años) con graves acusaciones de fraude electoral al ver cómo sus posibilidades iban desapareciendo mientras iba avanzando el recuento de los polémicos votos por correo.
Al no tener pruebas de sus acusaciones, Donald Trump se veía contra las cuerdas y decidía pedir dinero a sus seguidores para empezar una batalla legal como última opción. Por el momento, ha perdido todos los recursos presentados en un intento de frenar el recuento de votos en estados como Georgia, Michigan o Nevada.
Pero el mayor golpe lo recibió durante la noche de este jueves: ABC, NBC y CBS, las tres cadenas más poderosas del país, decidieron cortar al unísono su discurso en directo. El mandatario no tenía problemas a la hora de desmentir a su propio canal de comunicación, FOX NEWS, la conocida referencia informativa de los republicanos y la cadena que siempre le ha protegido a lo largo de estos cuatro años. Un momento que ni siquiera los enemigos de Trump se podrían haber imaginado.
