El Servicio Secreto de los Estados Unidos ha tomado una decisión drástica este viernes 6 de noviembre del año 2020 al incrementar el número de agentes que deben proteger al candidato por parte de los demócratas en las recién celebradas elecciones presidenciales, Joe Biden, ante la posibilidad real de que los resultados le acaben dando la victoria en las urnas, según ha publicado “The Washington Post”, citando como fuente a dos personas familiarizadas con los mencionados planes.
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Biden ya contaba, desde el pasado mes de marzo, con protección del Servicio Secreto, cuando se hizo pública su nominación presidencial por parte del partido Demócrata, aunque la cifra de agente tendrá que aumentar si se convierte en presidente electo.
Según el Washington Post, los nuevos agentes ya se dirigen al centro de convenciones de la localidad de Wilmington (Delaware), ciudad de residencia del candidato de los demócratas y donde los miembros de la campaña electoral del propio Biden están esperando los resultados del conteo en los conocidos como estados clave: Georgia, Pensilvania, Carolina del Norte, Nevada y Arizona.
Biden ya suma 264 delegados en el Colegio Electoral (aunque algunos medios de comunicación, de ideología conservadora, dudan de la veracidad de los 11 del estado de Arizona), mientras Arizona solo suma 214. Ambos, para ganar las elecciones, deben sumar un mínimo de 270.
Si, finalmente, Biden logra la victoria, el lider demócrata tiene previsto dar unas declaraciones a la nación, un momento en el que el Servicio Secreto quiere estar lo mejor preparado posible. Biden ya recibió protección del mencionado Servicio Secreto a lo largo de seis meses tras dejar la Casa Blanca, donde ejerció las funciones de vicepresidente del gobierno de Barack Obama entre los años 2008 y 2016.
En aquel momento, el Servicio Secreto le puso el nombre clave de “Celta”, una denominación que se ha vuelto a utilizar en esta campaña electoral, según desveló la CNN el pasado mes de marzo mencionando a dos fuentes que tenían relación con el asunto.
Esta protección es bastante habitual entre los aspirantes de la Casa Blanca. No es tan llamativo como en el caso del dispositivo de seguridad que se organiza alrededor del presidente, pero se vuelve bastanta similar en el caso del candidato que gana las elecciones y pasa a ser el “presidente electo”. En el caso, sería hasta el día de su toma de posesión que será el día 20 de enero.
Por otro lado, los altercados en la calle están aumentando y se esperan enfrentamientos entre los seguidores del candidato demócrata y los defensores de Trump (con los miembros de la Asociación Nacional del Rifle a la cabeza).