Donald Trump no se da por vencido y, a pesar de que el recuento no le está favoreciendo, ya ha asegurado que el resultado es fraudulento tras el intento de los demócratas de “robar las elecciones”. Mientras tanto, Joe Biden ha pedido calma: “Seremos ganadores”
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Ya han pasado tres días desde la celebración de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, pero todavía no hay presidente. El recuento de votos está durando lo que se preveía, días, al haber sido una jornada electoral que pasará a la historia por la alta participación: la más alta desde el año 1900.
Los resultadosentre Joe Biden y Donald Trump están más que ajustados y los definitivos podrían conocerse en pocas horas. Mientras Biden, que está en cabeza en número de votos y ya es el candidato con más votos de la historia, se muestra cada vez más convencido de su victoria aunque cauto (este jueves dijo, en rueda de prensa y acompañado de Kamala Harris, “No dudo de que seremos declarados ganadores, pido a todos que mantengan la calma”); el todavía presidente de los Estados Unidos denuncia públicamente, sin presentar ninguna prueba, que los comicios han sido amañados para favorecer a una “corrupta máquina demócrata”, por lo que se han convertido en un “fraude”. Además, asegura que el sistema electoral de los Estados Unidos es “corrupto” y que no va a permitir que se lleve a cabo este “robo”.
Todo esto mientras su equipo legal emprende demandas contra diversos estados clave (pero la mayoría ya han sido desestimadas) y anuncia que, si no es el ganador de estas elecciones (hecho que parece más que evidente), recurrirá ante el Tribunal Supremo.
A pesar de lo indicado por las encuestas, la contienda está siendo mucho más disputada de lo esperado. A nivel nacional se daba que ganaría el aspirante demócrata por una gran mayoría, al considerar que más que unas elecciones, estabamos ante un plebiscito sobre la gestión realizada por Donald Trump los últimos años, sobre todo, sobre su estrategia por la pandemia del coronavirus. Pero, la carrera por la Casa Blanca está muy reñida, aunque Biden ha ganado ventaja durante las últimas horas, especialmente si tenemos en cuenta la victoria en dos de los estados que se han convertido en clave en estas elecciones: Michigan y Wisconsin.
En la primera comparecencia de Trump desde la noche electoral, y desde la Casa Blanca (algunos periodistas aseguran que Donald Trump no se moverá de allí hasta que el Tribunal Supremo le de la razón), el mandatario llevó a cabo una declaración llena de falsedades sobre la legitimidad de todo el proceso, pero no ofreció ninguna prueba sobre la supuesta corrupción en estados claves como Pensilvania y Michigan (casualmente, los mismos estados en los que él no ha ganado).