Las encuestas esta vez han tenido razón. Angela Merkel ha vuelto a ganar las elecciones en Alemania. Sin embargo, va a haber cambios importantes en el parlamento alemán y, posiblemente, un cambio de aliados para gobernar junto a Merkel. Un dato importante es que la ultraderecha ha irrumpido en el parlamento y se coloca como tercera fuerza política. De esta forma, la canciller alemana tiene básicamente dos opciones de coalición para seguir gobernando Alemania. La primera es reeditar el pacto actual con los socialdemócratas. La segunda es un tripartito entre conservadores, liberales y verdes. Así quedan los escaños y porcentajes en el parlamento alemán:
Resultado por porcentaje de votos
Resultado por número de escaños
Irrupción de la ultraderecha
En el parlamento alemán no se sentaba la ultraderecha desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Ahora lo van a hacer y nada más y nada menos que como tercera fuerza política. Se les podría definir como un partido nacionalista, xenófobo, islamófobo y que no cree en la Unión Europea. Sus candidatos han dejado perlas como llamar al gobierno “marionetas de las potencias vencedoras de la II Guerra Mundial”, decir sentirse “orgullosos” de lo hecho por el ejército alemán en aquel momento o afirmar que el Memorial a las Víctimas del Holocausto es una “vergüenza”. El ministro de Exteriores, Sigmar Gabriel, los ha calificado de “verdaderos nazis”.
Opciones de gobierno para Merkel
De esta forma, hay “teóricamente” dos opciones de gobierno para Angela Merkel. La primera será reeditar el actual pacto con los socialdemócratas. Sin embargo, el líder del partido socialdemócrata, Martin Schulz, tras conocer el resultado y la caída importante de votos de su partido (el peor resultado de su historia), explicó que su partido iría a la oposición para tratar de renovarse. Por lo que esta primera opción está casi descartada.
La segunda opción viable sería el tripartito entre liberales, conservadores y verdes. A esta posibilidad se le ha llamado ya la coalición Jamaica por los colores tradicionales de estos partidos. Sin embargo, pese a que es posible y en Alemania parecen inclinarse a negociar antes que repetir elecciones, es una opción arriesgada y no exenta de polémica. Sobre todo, por la falta de concordancia de los tres partidos en temas como los refugiados, e cambio climático y la reforma de la zona euro.
En las anteriores elecciones, las negociaciones tardaron tres meses por lo que no se espera un anuncio de coalición a corto plazo. Veremos.