Este año los nominados al prestigioso Premio Nobel de la Paz son de lo más singulares. Si hace unos días se hacía pública la nominación de Donald Trump por su papel en el acuerdo entre Emiratos Árabes Unidos e Israel, hoy se ha confirmado que Vladimir Putin ha sido nominado al Premio Nobel de la Paz. En este caso, no es la primera vez: el mandatario ruso fue nominado en el año 2014 por el mismo escritor que, este año, ha presentado esta propuesta.
La nominación ha sido propuesta por Sergei Komkov, el mismo escritor que ya le nominó en el año 2014. Su decisión ha sido hecha pública a través de una rueda de prensa emitida a través de “Youtube”, en la que ha comunicado que la candidatura fue enviada el pasado día 9 de septiembre a la propia sede del Comité, o sea, al día siguiente fue recibida por los responsables en Oslo. En el año 2015, Komkov nominó a Putin por su papel en el conflicto entre Siria y Oriente Medio.
Casualidades, el día 9 de septiembre fue la fecha en la que se hizo pública la nominación de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, al mencionado premio. En este caso, la propuesta fue presentada por Christian Tybring-Gjedde, parlamentario del gobierno noruego, que quiso justificar esta decisión por el apoyo por parte del presidente de la Casa Blanca al “Acuerdo de Abraham”, que ha implicado un cambio en las relaciones entre Emiratos Árabes Unidos e Israel.
Vladimir Putin es una de las figuras políticas más importantes de la historia de Rusia: actual presidente de la Federación Rusa desde el año 2012, lo que hace que sea la persona que más tiempo ha estado al frente del cargo desde la desaparición de la URSS. Previamente, entre los años 1999 y 2008 ya había ejercido el cargo. Siempre ha formado parte de partidos de clara ideología conservadora.
Muchos historiadores han destacado su trayectoria personal: proveniente de una familia humilde, logró graduarse con honores en la carrera de Derecho por la Universidad de Leningrado, tras lo que consiguió ingresar en el servicio de espionaje del KGB, cuyo destino fue ser Dresde, en la Alemania Oriental. Tras la caída del Muro de Berlín, Putín volvió a Rusia donde fue asesor de Anatoly Sobchak (presidente de la Diputación de Leningrado). Tras su victoria en las elecciones a la alcaldía, Putín pasó a ser jefe del área de Relaciones Exteriores. En el año 1996, Putin se trasladó a la capital, Moscú, para formar parte de la administración del emblemática presidente Boris Yeltsin.
En el año 1998, fue nombrado director del Servicio Federal de Seguridad (antiguo KGB), además de ser secretario del Consejo de Seguridad Nacional. En aquella época encabezó la segunda guerra chechena, lo que hizo que se convirtiera en uno de los políticos más populares entre la ciudadanía rusa. Cuando Yeltsin anunció su dimisión, Putin se convirtió en presidente de manera interina.
En el año 2000 ganó sus primeras elecciones con un 53% de los votos a su favor. El resto ya sería historia.