La entrevista de Corinna Larssen en la BBC ha dado para mucho. No solo por sus declaraciones sobre la relación que unía al rey con la empresaria alemana o sobre su situación cuando tuvo lugar el accidente de Botswana. Corina dejó claro que los 65 millones de euros que recibió del monarca eran un regalo y ella nunca fue testaferro de Juan Carlos. Pero, sobre todo, la alemana sorprendía al asegurar que el rey emérito tenía una relación con otra mujer y se lo confirmó el día del entierro de su padre, algo que dejó destrozada a la alemana.
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Han sido el periódico “Vanitatis” y el suplemento “La otra crónica de El Mundo” los encargados de publicar dos reportajes en los que ponen nombre y apellidos a la mujer con la que el rey emérito engañó a la propia Corinna Larssen, Sol Bacharach. En la entrevista realizada por la empresaria alemana a la BBC, Corinna confesó que durante el funeral por su progenitor, el rey le acabó confesando que llevaba tres años manteniendo una relación con otra mujer, por lo que habría simultaneado ambas relaciones. Esto dejó destrozada a la propia Corinna.
La periodista Paloma Barrientos ha dado más datos sobre quién es Sol Bacharach: abogada, impartió durante unos quince años clases de la asignatura de derecho mercantil en la Universidad de Valencia. Además, es una mujer muy conocida en los círculos empresariales y sociales de Valencia. Ha estado casada dos veces, la primera durante la veintena. Y, la segunda, cuando tenía unos treinta años de edad, contrajo matrimonio con Manuel Broseta, catedrático.
En su vida habría dos fechadas claves para entender su personalidad: en el año 1992, su marido es asesinado por ETA y, después, fallece su hermana al no ser capaz de superar su drogodependencia. Tras esta muerte, la propia Sol decide involucrase en el mundo de las drogas con el objetivo de ayudar a las personas que están enfermas y sufren esta adicción. Para ello, ella misma funda el “Centro Terapéutico Marenostrum”, un lugar para el tratamiento de esta clase de adicciones en la zona de La Garriga, en Barcelona.
Su relación con el propio don Juan Carlos habría durando unos tres años y habría visitado en varias ocasiones, de manera oficial, el palacio de la Zarzuela al ser miembro de la directiva de la Asociación United World Collegue. Incluso, en una de esas audiencias llegó a hacerse una fotografía junto a Sofía y Juan Carlos.