El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dictado sentencia este jueves contra Polonia, Hungría y República Checha por el incumplimiento de sus obligaciones en el reparto de refugiados de 2015. La Comisión Europea presentó un recurso al considerar que estos países miembros habían incumplido las cuotas de reasignación de migrantes.
La crisis migratoria sucedió en 2015 en Italia y Grecia, cuando más de un millón de personas llegaron a las costas de estos dos países mediterráneos, en su mayoría huyendo de la cruenta guerra en Siria. La Unión Europea acordó la reubicación de 120 solicitantes de asilo entre los Estados miembros.
Los tres países del Visegrado (una alianza de cuatro Estados del este de Europa) no participaron en la reubicación de los refugiados, alegando “intereses relacionados con el mantenimiento del orden público y la salvaguardia de la seguridad interior”. El Tribunal, con sede en Luxemburgo, considera que estas razones no son suficientes para “establecer excepciones a disposiciones del Derecho de la Unión”.
Los motivos que estos países expusieron para no acotar el pacto “debían basarse, tras un examen caso por caso, en elementos coherentes, objetivos y precisos que permitieran sospechar que el solicitante en cuestión constituía un peligro actual o potencial”, según la sentencia. Estos controles individuales nunca se realizaron.
Polonia prometió acoger a 100 personas, pero esta operación nunca se llevó a cabo. Hungría no hizo ninguna oferta de reubicación de refugiados en su territorio y su primer ministro, Viktor Orbán, declaró que solo acogerían migrantes cristianos. República Checa sí llegó a ofrecer asilo a 12 personas de las 50 plazas que prometió, pero no realizó ninguna oferta más.