"El coronavirus es la mayor amenaza que este país ha enfrentado en las últimas décadas". Así comenzó anoche el discurso de Boris Johnson en el que decretó tres semanas de cuarentena en Reino Unido. Las últimas cifras oficiales hablan de 8.077 contagiados y 422 fallecidos.
El 'premier' británico anunció diversas restricciones para "combatir la enfermedad", entre las que se incluyen la prohibición de realizar reuniones de más de dos personas y el confinamiento domiciliario excepto cuando sea estrictamente necesario salir a la calle "para comprar medicinas y alimentos esenciales".
Johnson también se ha mostrado preocupado por el posible colapso del Sistema Nacional de Salud (NHS). "Si mucha gente enferma al mismo tiempo" el NHS no podrá encargarse de todos los pacientes y "mucha gente puede morir, no solo por el Covid-19 sino por otras enfermedades y accidentes". Por ello, el primer ministro británico llama a la población a quedarse en casa y proteger el NHS. Además, la policía podrá detener a quienes incumplan la obligación de mantener la "distancia social".
Esta decisión llega una semana más tarde que en el resto de países europeos. Johnson ha sido duramente criticado en los últimos días por no aplicar medidas más estrictas para frenar la epidemia. Una carta firmada por 250 científicos la semana pasada pedía al Gobierno británico priorizar la realización de test a los trabajadores sanitarios.
Please join me for an important update on #coronavirus #StayHomeSaveLives pic.twitter.com/QSlIOIaYsF
— Boris Johnson #StayHomeSaveLives (@BorisJohnson) March 23, 2020