La superstición y las creencias en la brujería se utilizan en Tanzania para explicar catástrofes como la muerte, las malas cosechas o la infertilidad. Y, a partir de ahí, cualquier cosa es posible. Casi 500 mujeres en lo que va de 2017 han sido asesinadas en el país africano acusadas de practicar la brujería. Los casos más recientes datan de la semana pasada, cuando cinco mujeres fueron golpeadas hasta la muerte y, después, quemadas.
Desde la Policía regional de Tabora, la provincia donde se produjeron las últimas muertes, el general Wilbroad Mtafungwa afirma que “hemos lanzado una orden de detención (por los últimos asesinatos) y hasta ahora varios sospechosos han sido arrestados. Las investigaciones siguen en curso”.
Una media de 80 asesinatos al mes
Son miles las mujeres tanzanas que en los últimos años han sido estranguladas, asesinadas a cuchilladas y quemadas vivas, según demuestra un informe del Centro Legal y de Derechos Humanos con sede en Dar es-Salam, la capital económica de Tanzania. La media de víctimas mortales al mes asciende a 80.
La directora del Centro Legal de Derechos Humanos de Tanzania, Helen Kijo Bisimba, ha explicado el incremento de estos asesinatos por las restricciones de derechos que han tenido lugar tras la orden de prohibición de las actividades políticas promulgada por el presidente John Magufuli: “Estos incidentes deben ser fuertemente perseguidos y necesitamos educar a las personas que tienen la creencia anticuada de que las mujeres están siempre detrás de la brujería”.
La mayoría de los sucesos de los que se han tenido constancia han ocurrido en Dar es-Salam y en la región de Mbeya, una zona montañosa situada en el suroeste del país, donde la superstición y la creencia en la brujería se utilizan para explicar catástrofes como la muerte, las malas cosechas o la infertilidad. “Este año se han registrado 117 muertes en Dar al Salam, 33 en Mbeya y les sigue Mara con 28 muertes y Geita con 26”, ha precisado la directora del citado centro.