El juez no podía creerlo. Tenía ante él a una anciana de 79 años que había sido cazada por un radar con un Porsche Boxster a 238 kilómetros por hora. Los hechos ocurrieron el 18 de julio del año pasado en Namur, Bélgica, y el juez le preguntó si era realmente ella quien conducía el coche a lo que la veterana conductora respondió que sí, pero que no se había dado cuenta de lo rápido que iba.
Los motivos de la señora fueron que “no podía dormir esa noche, así que decidí dar un paseo para despejar mi cabeza”. Según el relato de la anciana al juez, “no tenía idea de que estaba conduciendo tan rápido. Pero no es un problema. Estoy de acuerdo con la pena que la acusación me pone”.
El resultado de esta llamativa acción fueron 4 euros de multa y la retirada del carnet durante tres meses, ya que la anciana no tenía antecedentes penales.