Jan Jambon, ministro de Interior belga, ha confirmado que el presunto terrorista abatido el martes por la noche en la estación Central de Bruselas ha sido identificado y que llevaba consigo otra carga explosiva mayor, que no llegó a detonar.
El ataque tuvo lugar a las 20:45 horas en la planta intermedia que comunica el hall principal de la estación con los andenes, cuando se registró una pequeña explosión.
Según la Fiscalía federal, un hombre detonó una maleta que llevaba consigo y fue “neutralizado” por una patrulla de militares en el lugar.
En torno a la medianoche se confirmó la muerte del presunto terrorista, que no ha sido evacuado de la estación hasta casi las 07:00 horas de este miércoles.
El tráfico ferroviario dentro de la ciudad se detuvo y se cerró la estación, para que los equipos de artificeros revisaran durante horas la zona para comprobar que no había más explosivos colocados ni en las instalaciones, ni en el cuerpo del atacante.
Jambon afirma que los investigadores “conocen” la identidad del sospechoso, pero se niega a dar más detalles para no entorpecer la investigación. Varios medios locales apuntan a un joven de 37 años residente en el distrito bruselense de Molenbeek-Saint-Jean.
La operación policial sigue activada y se han llevado a cabo varias redadas en las últimas horas. “Está claro que, cuando se investiga y se sabe la identidad del terrorista, uno de los elementos son las redadas”.
Un dato que el ministro del interior ha querido recalcar ha sido que la rápida actuación de los militares que patrullaban en la estación y abatieron con disparos al sospechoso fue esencial.
Jambon no ha querido dar más detalles sobre el tipo de artefacto que escondía el sospechoso en la maleta pero asegura que gracias a que no ha explotado se han librado de daños muy graves.
El Cuerpo de Coordinación de Evaluación del Riesgo (OCAM, por sus siglas en francés) ha informado de que mantiene el nivel de alerta terrorista en 3, porque “no hay indicios de otros incidentes”. El Gobierno ha activado el Centro de Crisis para supervisar la situación.
Jambon defiende que no haya cambios en el nivel de alerta porque la situación actual ya contempla un riesgo serio de atentados en lugares con grandes aglomeraciones, como estaciones, centros comerciales o lugares de ocio.