James T. Hodgkinson, de 66 años, abrió fuego contra líderes republicanos que jugaban un partido de béisbol del Congreso en un campo de un barrio de Washington. El agresor, dueño de una empresa de revisión de casas, utilizó un rifle e hirió al menos a cinco personas, entre ellas Steve Scalise, el líder conservador de la Cámara de Representantes. Hodgkinson ha muerto en el tiroteo.
Dos miembros de la policía de protección de Scalise también fueron heridos mientras intercambiaban disparos con el pistolero en lo que los legisladores describieron como diez minutos caóticos, llenos de terror que convirtieron la práctica de béisbol en una pesadilla. La policía dijo que dos de las cinco personas que fueron heridas, lo eran de gravedad.
De pie en la segunda base, Scalise fue alcanzado en la cadera, de acuerdo a los testigos, y se derrumbó al sonar los disparos. Los testigos dijeron que Scalise, de Luisiana, se arrastró como los militares hacia la hierba más alta mientras que el tiroteo continuaba.
Dos policías identificaron al hombre armado como James T. Hodgkinson, de 66 años, de Belleville, Illinois, un barrio de St. Louis. Los testigos describieron a un hombre con el pelo blanco y una barba que manejaban un arma larga detrás de la caseta.
“Nos estaba cazando en ese momento”, dijo el diputado Mike Bishop, republicano de Michigan, que estaba de pie cuando el tiroteo comenzó a las 7:09 am. Bishop dijo que el hombre armado parecía estar apretando doblemente el gatillo de su arma. “Había tanto tiroteo, que no te podías levantar y correr”, dijo. “Pop, pop, pop, pop – es un sonido que nunca olvidaré”.
Las autoridades dijeron que no podían hacer comentarios sobre los motivos del tiroteo. Tim Slater, un agente especial a cargo de la oficina del FBI en Washington, dijo que los investigadores están “valorando todas las posibilidades”. Preguntado si el tiroteo fue un intento de asesinato, dijo que era “muy pronto para decir nada”.
Los ayudantes de Scalise dijeron que fue operado en el MedStar Washington Hospital Center y se mantenía “estable”. La policía dijo que un total de cinco personas fueron trasladadas a hospitales.
Al menos 50 disparos
Un amigo de Zachary Barth, un miembro del personal del representante Roger Williams, republicano de Texas, publicó un mensaje en Facebook diciendo: “Me han disparado esta mañana en el campo de béisbol. Pero estoy en el hospital y bien. Gracias por los vuestras oraciones”.
El representante Mo Brooks, republicano de Alabama, dijo a CNN que el pistolero, que tenía un rifle, no había dicho nada mientras abría el fuego. Al menos disparó 50 veces, dijeron fuentes del Congreso.
Brooks afirmó que fue a la ayuda de una de las víctimas y usó su cinturón como torniquete para parar la hemorragia de un disparo en la pierna. “Mi adrenalina está a tope“, dijo a CNN. “No es fácil aceptar cuando ves a la gente a tu alrededor siendo disparada y tú no tienes un arma”.
Scalise representa el primer distrito congresional de Luisiana, que se extiende desde los barrios de Nueva Orleans. Brooks dijo que Scalise recibió un disparo en la cadera y que estaba en la segunda base y se arrastró hasta el campo para alejarse del pistolero. “No hay mucho que puedas hacer”, dijo. “Fue emocionalmente angustioso saber la posición en que estaba”.
Dijo que los agentes de seguridad “gritaban pidiendo refuerzos” y “se hizo eterno, pero probablemente fue más corto de lo que pareció”. La policía dijo que los disparos fueron reportados a las 7:09 de la mañana y que llegaron allí en tres minutos.
El senador Jeff Flake de Arizona, hablando con periodistas, dijo que había oído un disparo muy fuerte y luego una rápida sucesión de disparos. “Obviamente era un rifle de gran calibre”, dijo. La gente se escondía detrás de los árboles, se tiraba al suelo o corría. “Las balas volaban. Tenía mucha munición”. Y añadió: “Tienes que suponer que él sabía lo que estaba haciendo. No está claro si Steve Scalise era su objetivo”.
Flake dijo que Scalise había “permanecido coherente” después de ser alcanzado. Gabrielle Giffords, ex miembro del Congreso de Arizona, dijo en Twitter: “Mi corazón está con mis antiguos colegas, sus familias y personal, y la Policía del Capitolio de Estados Unidos – servidores públicos y héroes hoy y todos los días”.
La Casa Blanca dijo en un comunicado que el presidente Trump y el vicepresidente Mike Pence fueron informados sobre el tiroteo. “Estamos profundamente entristecidos por esta tragedia”, dijo el comunicado. “Nuestros pensamientos y oraciones están con los miembros del Congreso, su personal, la Policía del Capitolio, los socorristas y todos los demás afectados”.
El representante Peter King, un republicano de Nueva York que no estaba allí, dijo que era una suerte que hubiera seguridad armada en el campo con los miembros. “Dios sabe lo que habría pasado si no hubiesen estado allí”, dijo en una entrevista telefónica.