Anthony Lake, director ejecutivo de UNICEF, ha hecho una declaración sobre los supuestos ataques con armas químicas contra niños y familias en Siria.
“Las imágenes de niños asfixiándose y muriendo en las calles de Idlib, en Siria, tras los supuestos ataques con armas químicas, son tan horribles como descorazonadoras. Nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas y sus familias”.
“De confirmarse, añade Lake, estos ataques tienen que provocar algo más que indignación; deben incitar a la acción a aquellos con el poder y la habilidad para poner fin a tan devastador nivel de violencia”.
Y concluye, “el supuesto uso de un arma tan terrible, no debe ocultar la violencia que hay también en otras partes de Siria, incluyendo Alepo, Damasco y Hama, ni distraer del sufrimiento diario al que están sometidos más de 280 niños atrapados en zonas sitiadas, privados de la ayuda humanitaria. Los niños de Siria ya han sufrido demasiado y durante mucho tiempo”.