El Nobel de la Paz puede dar una controvertida sorpresa. Y es que el actual presidente de EE.UU., Donal Trump, es uno de los candidatos seleccionados que podrían hacerse con tan distinguido galardón que otorgará el Parlamento noruego el próximo 11 de octubre. El motivo se basa en los avances diplomáticos con el líder norcoreano, Kim Jong Un, en cuanto al desarme en la península de Corea.
En realidad los rumores se dispararon el pasado fin de semana, justo cuando comenzaron los dimes y diretes respecto a si el primer ministro japonés, Shinzo Abe, sería quien presentaría la candidatura del cuadragésimo quinto presidente norteamericano. A lo cual simplemente se limitaría a admitir que no niega que haya sido así.
Mas finalmente han sido dos diputados conservadores noruegos los que han decidido que Trump esté entre los 304 candidatos. ¿El partido al que pertenecen los dos políticos? El Partido del Progreso –en noruego, Fremskrittspartiet, abreviado FrP– ; tildado de extrema derecha.
La justificación de uno de los diputados que ha presentado la candidatura, Per-Willy Amundsen, explica que la nominación deriva de los avances en la península de Corea. Debido a que la situación ha sido especialmente difícil y la tensión se ha rebajado desde ese momento en gran medida a la diplomacia poco convencional de Trump. Mientras que Christian Tybring-Gjedde, el otro diputado que presenta la candidatura, explica que el premio dependerá de que las negociaciones lleguen a buen puerto: el desarme creíble de la potencia asiática.
QUIÉN NOMINA A TRUMP PARA EL NOBEL DE LA PAZ
Por una parte, Amundsen es un político noruego del Partido del Progreso. Ejerció como Ministro de Justicia hasta 2018 y ha declarado que su referente es Margaret Thatcher. En la actualidad política ha destacado por sus opiniones y propuestas sobre cuestiones de inmigración: cree que el problema de la inmigración se debe a que los inmigrante no integrados tienen valores que chocan con los valores noruegos y occidentales de democracia, libertad, igualdad y tolerancia. Entre otras propuestas que ha apoyado, destacan la de prohibir el uso del burqa o reducir la pensión alimentaria a inmigrantes.
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Por otra parte, Tybring-Gjedde es miembro del parlamento noruego desde 2005 y trabajó como Subdirector General en el Ministerio de Defensa de Noruega. En cuanto al debate migratorio, desde su segundo mandato parlamentario con sus opiniones ha exigido a los inmigrantes que se ajusten a la sociedad noruega, además de tomar una postura firme contra la islamización de Noruega. Publicó un artículo, Dream from Disneyland, donde criticaba con fuerza la política de inmigración del Partido Laborista como, según describió, una puñalada por la espalda a la cultura noruega.
Anteriormente, Tybring-Gjedde ya había nominado para el Premio Nobel de la Paz al cineasta crítico con el Islam, Ayaan Hirsi Ali. Pero si ya de por sí la noticia puede parecer irónica, cabe decir que también hay otras nominaciones que han llamado la atención a lo largo de la historia. Tanto Mussolini, como Stalin o Hitler también estuvieron muy cerca de hacerse con el galardón internacional.
HITLER Y EL NOBEL DE LA PAZ
Un miembro de la Academia sueca de apellido Brant, antifascista declarado, impulsó su candidatura desde la ironía por el caos en el que estaba a punto de adentrarse Europa, la II Guerra Mundial, por culpa del dictador. Además, los premios atravesaban una etapa de pérdida de solvencia. Pero no en vano en ese recorrido de descredito, Mussolini, el dictador italiano, fue nominado unos años antes, en 1935, y también lo fue Stalin en 1945 y 1948.
Si ya llamó la atención de toda la ciudadanía cuando Barack Obama se alzó con el mismo premio de la Paz en 2009 a pesar de mantenerse durante sus ocho años de mandato con alguna guerra en activo, ahora las redes comienzan a pronunciarse con ironía. "Nominar a Donald Trump para el Nobel de la Paz, es como nominar a Bárcenas para el Nobel de Economía", dice un twittero. Otro afirma: "Trumposo, ¿este año toca asesino para el Nobel de la Paz?".
Y es que, si Obama a pesar de haber recibido el premio hace una década por una declaración de intenciones, podrían ser las intenciones declaradas de Trump las las que ahora se premien. Hay que recordar que Obama además de afirmar retirar las tropas de diversos conflictos (y que no hizo) también dejó abierto Guantánamo. Trump lo sigue manteniendo, además de haber potenciado la construcción del mayor muro fronterizo jamás visto para evitar la inmigración.