En 2016 se batió el triste récord de violaciones contra los niños en Siria. Así lo refleja la terrible evaluación que ha hecho UNICEF del impacto del conflicto en los niños, en el sexto aniversario de la guerra.
En poco más de un lustro, cerca de 6 de niños dependen ahora de la ayuda humanitaria, 12 veces más que en 2012. Millones de niños se han visto obligados a desplazarse, algunos hasta siete veces. Más de 2.300 niños están refugiados en Turquía, Líbano, Jordania, Egipto e Iraq.
“La situación de los niños de Siria es insostenible”, confirma Javier Martos, director ejecutivo de UNICEF Comité Español. “Casi dos millones de niños están fuera de la escuela, y viven situaciones que ningún niño debería experimentar jamás”.
652 asesinados
Los casos verificados de asesinatos, mutilaciones y reclutamiento de niños aumentaron considerablemente en 2016, debido a la intensificación de la violencia en el país.
Al menos 652 niños fueron asesinados, un 20% más que en 2015, lo que convierte a 2016 en el peor año, hasta ahora, para los niños de Siria, desde que en 2014 se empezaron a verificar oficialmente las víctimas infantiles.
Más de 850 niños fueron reclutados para combatir en el conflicto, más del doble que en el año anterior. Los niños son utilizados y reclutados para luchar en primera línea; cada vez participan más en los combates, en casos extremos como ejecutores, terroristas suicidas o carceleros.
Se han producido, al menos, 338 ataques contra hospitales y personal médico.“La magnitud del sufrimiento no tiene precedentes. Millones de niños de Siria son víctimas de ataques a diario, sus vidas están del revés”, explica desde Homs Geert Cappelaere, el director regional de UNICEF en Oriente Medio y Norte de África. “Cada niño está marcado para el resto de su vida, con consecuencias terribles para su salud, su bienestar y su futuro”.
Agonizan en silencio
Las dificultades de acceso a algunas partes de Siria siguen obstaculizando la valoración del sufrimiento de los niños y la asistencia humanitaria a los más vulnerables. Más allá de las bombas, las balas y las explosiones, los niños mueren en silencio, a menudo por enfermedades que en otras circunstancias se previenen fácilmente. El acceso a la atención médica, los suministros vitales y otros servicios básicos, es muy difícil.
De todos los niños de Siria, los más vulnerables son los 2.800 menores que se encuentran en las zonas de difícil acceso. De ellos, 280 viven bajo asedio, casi completamente aislados de la ayuda humanitaria.
Dentro de Siria y más allá de sus fronteras, los mecanismos de ayuda se debilitan. Las familias adoptan medidas extremas para sobrevivir, y empujan a los niños al matrimonio o al trabajo y la explotación. En más de dos tercios de los hogares, los niños trabajan para apoyar a sus familias, en condiciones extremadamente duras incluso para los adultos.
Darsy, 12 años
Y sin embargo, pese al horror y al sufrimiento, todavía hay historias extraordinarias de niños decididos a perseguir sus sueños y aspiraciones. Darsy, de 12 años, refugiada en Turquía, lo demuestra: “Quiero ser cirujana para, ayudar a la gente de Siria enferma y herida. Sueño con una Siria sin guerra, para poder volver a casa. Sueño con un mundo sin guerras”.
“Vemos la valentía de los niños de Siria. Muchos han atravesado la primera línea de combate para presentarse a exámenes. Insisten en seguir aprendiendo, incluso en escuelas subterráneas. Hay mucho más que podemos y debemos hacer para cambiar su situación”, recuerda Cappelaere.
Si rescatas a un perro, cómo no vas a rescatar a un niño
En nombre de los niños de Siria, UNICEF hace un llamamiento a todas las partes que intervienen en el conflicto, a quienes tienen influencia sobre ellos, a la comunidad internacional y a cualquiera que se preocupe por los niños, para lograr:
Una solución política inmediata que acabe con el conflicto en Siria.
El fin de las graves violaciones a los niños, parar las muertes, mutilaciones, reclutamientos y ataques contra escuelas y hospitales.
Levantar todos los asedios, para tener un acceso constante a todos los niños que lo necesitan en Siria, estén donde estén.
Un apoyo sostenible a los gobiernos y comunidades de acogida para los niños vulnerables, independientemente de su estatus.
Apoyo financiero continuado a UNICEF para la asistencia de los niños de Siria.