Las negociaciones del Brexit entre la Unión Europea y Reino Unido se encuentran en un estado de punto muerto. Ambos frentes se acusan de tensar la cuerda al máximo. La primera ministra británica, Theresa May, pidió a sus socios europeos que modifiquen sus posiciones respecto a la salida de Reino Unido de la UE. Por su parte, Sebastian Kurz, presidente de la UE, espera oír "un paso adelante" en el discurso de May.
A pesar de que las negociaciones estaban previstas para encarar su recta final en octubre, fuentes del Consejo Europeo sugieren que no se alcanzará un acuerdo hasta noviembre. El encuentro entre ambas partes en Salzsburgo debería servir para desbloquear la situación.
Tusk ha intentado calmar la situación al señalar que la última propuesta de May supone "una forma ordenada de salida de la UE" que puede "minimizar los efecto negativos del Brexit".
Sim embargo, la UE se mantiene firme en sus exigencias pese a la intención de May de que la Unión Europea rebaje sus pretensiones. Fuentes comunitarias sostienen que la decisión de Reino Unido se tomó de forma unilateral y que "debe asumir las consecuencias". Además, las negociaciones se complican ya que el negociador europeo, Michel Barnier, tiene una ardua tarea ya que ha de tratar con un gobierno británico que está dividido en la menra de encarar el Brexit.
La resolución del Brexit parece alejarse cuando hace ya más de dos años de la celebración del referéndum.