La Comisión Europea ha aprobado una ‘Recomendación’ y un nuevo plan de acción, dirigido a los Estados miembros de la UE, sobre los procedimientos de devolución o expulsión de hombres, mujeres y niños que se encuentran de forma irregular en territorio europeo, a sus países de origen o tránsito. Se anima a los Estados a “efectuar retornos rápidos”, que, según UNICEF Comité español, “limitan las garantías básicas y los derechos que todos los migrantes deberían tener garantizados. Estos procesos rápidos se aplican, incluso, en los casos que afectan a niños”.
Esta recomendación parece un legalizar el ‘sacar rapidito a los migrantes de nuestro suelo’, ‘porque no sabemos qué hacer con ellos, una vez que hemos destrozado sus países y sus vidas’.
Ante esta ‘autorización’, Las agencias de Naciones Unidas y las organizaciones en defensa de los derechos de los niños, temen que, “el nuevo enfoque ponga en peligro la vida de los niños y viole la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, ratificada por todos los Estados miembros de la UE”.
Cal y arena
Las propuestas que recoge el documento animan a “evaluar el interés superior del niño, en aquellas decisiones que tengan que ver con el retorno de menores no acompañados”. Para UNICEF, “es esencial que se adopten procedimientos sólidos para determinar el interés superior antes de emitir ninguna decisión sobre el retorno de niños, incluidos aquellos que están acompañados de sus familias. Las expulsiones forzosas y las detenciones son extremadamente perjudiciales para los niños y sus familias. Los niños nunca deben ser detenidos por causas relacionadas con la migración, ni siquiera como último recurso”.
Entre los casos de muertes infantiles se recuerda que “a principios de este año, tres niños afganos no acompañados se suicidaron en Suecia. Las personas encargadas del caso explicaron que los pequeños se sentían solos y eran incapaces de afrontar la ansiedad del proceso y la perspectiva de ser deportados a un lugar donde no se sentían seguros”.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia se reafirma en que “en lugar de enmendar los daños que las políticas de retorno de la UE y sus estados miembros ya han causado a los niños, el documento de la Comisión recomienda medidas que no harán sino agravarlos. Promueve menos garantías, devoluciones automáticas y más rápidas, más expulsiones forzosas y más detenciones”.
Fracaso absoluto
Tanto la propuesta para la UE, como quienes intervienen en todo el proceso, desde el origen, pueden anotarse un clamoroso fracaso en la gestión de las poblaciones migrantes. La masa de personas que las conforman genera la proliferación de mafias, que les esclavizan y llevan a situaciones denigrantes, amén de contraer deudas infinitas de por vida.
Viene a colación insistir en que algunos gobiernos, que son origen o tránsito de los migrantes, utilizan a estas poblaciones como ‘moneda de cambio’, para obtener beneficios vinculados al dinero. O palanca de fuerza: ‘o me firmas este tratado, o abro las fronteras’. Y, generalmente, una vez logrado el objetivo, la frontera se abre.
La verdad sobre las poblaciones migratorias está lejos de llegar al común de los mortales, quien sí sabe que se han convertido en coladero incontrolado de mafias, bandas criminales y abusones de los más indefensos, ante la inacción de quienes cobran por controlar, gestionar y dar soluciones a esta masa de millones de ciudadanos perdidos en el limbo.