Acusados de vulnerar la Ley de Secretos Oficinales, los periodistas birmanos Wa Lone y Kyaw Soe Oo han sido condenados a siete años de prisión por un tribunal de Myanmar. Los reporteros fueron detenidos el pasado 12 de diciembre acusados de espionaje por sus investigaciones sobre el asesinato de diez rohingyas a manos de soldados birmanos.
Antes de la detención, los trabajadores de Reuters se reunieron con dos policías birmanos, quienes supuestamente les entregaron documentación confidencial. El capitán de la policía, Moe Yan Naing, declaró ante la justicia que fue obligado por sus superiores a ofrecer esos documentos para tenderle una trampa a los periodistas, algo que ha sido negado por las autoridades birmanas.
Tras saber el resultado judicial, Wa Lone ha afirmado que no tiene miedo porque siente que no ha hecho nada malo. Su abogado cree que esta sentencia es un mensaje a los periodistas de Birmania para que matengan "la boca cerrada".
Expertos de la ONU informaron recientemente de la existencia de indicios de "genocidio internacional" contra la minoría rohingya, etnia mayoritariamente musulmana. Desde entonces, se han sucedido las críticas a Birmania por la "campaña de castigo" empleada desde el levantamiento de los insurgentes rohingyas y que ha provcado la huída a Bangladesh de casi 700 personas.