El ministro Alfonso Dastis ha informado al Alto Comisionado sobre algunos aspectos de la candidatura de España al Consejo de Derechos Humanos para el periodo 2018-2020. España atribuye una importancia fundamental a poder formar parte por segunda vez del principal órgano de las Naciones Unidas en materia de Derechos Humanos. Entre los principales activos de España para poder ocupar ese lugar en el Consejo se encuentran su acreditada capacidad de diálogo y de interlocución.
Con ocasión de su participación en el Segmento de Alto Nivel de la sesión de marzo del Consejo de Derechos Humanos, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, ha mantenido un encuentro con Zeid Ra’ad Al Hussein, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
El ministro Dastis y el Alto Comisionado han pasado revista a algunos de los aspectos de particular interés para España dentro de la agenda de la 34º sesión del Consejo de Derechos Humanos, que se celebrará en Ginebra durante las próximas semanas. España prestará atención a las cuestiones relativas a la lucha contra pena de muerte, los derechos de las personas con discapacidad y la protección de los defensores de derechos humanos, por tratarse de prioridades de la política exterior de España en materia de derechos humanos.
El MAEC ha reiterado al Alto Comisionado el firme compromiso de España con su Oficina y su mandato, lo que se concreta en el respeto y defensa de su independencia y en el apoyo político y financiero a su Oficina. El ACNUDH, por su parte, ha agradecido a España su compromiso con los derechos humanos y el apoyo a su Oficina.
Cruz Roja
Alfonso Dastis también se ha reunido con Peter Maurer, presidentedel Comité Internacional de la Cruz Roja, para repasar el escenario humanitario global y la situación en la que se encuentran miles de personas afectadas por crisis cada vez más prolongadas y complejas. El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha reiterado a Maurer que, para España, la Cruz Roja es un socio humanitario de primera magnitud, un referente mundial en la protección de las víctimas de los conflictos armados y un socio fiable en la acción humanitaria de nuestro país. En este sentido, España contribuyó en 2016 a los llamamientos de CICR con 6,15 millones de euros.