Desde hace bastante tiempo, la gala de los premios del cine más importantes se ha convertido en un espectáculo de estilismos que compiten duramente por acertar sobre la alfombra roja previa a los Oscars; aunque cada año hay algunos que irremediable patinan y no nos terminan convenciendo. Está claro que ninguna celebritie quiere agenciarse el ser una de las peor vestidas de cada gala, aunque resulta inevitable que en cada edición algunos looks se lleven este título.
En primer lugar, la actriz Alicia Vikander –quien ganó en la pasada edición un merecidísimo premio como mejor actriz protagonista por La chica danesa– no supo acertar esta vez con este vestido negro de manga corazón con encajes y volantes de Louis Vuitton; un diseño sencillo de aires flamencos y con bajo asimétrico que no aportaba ni decía casi nada sobre ella como en otros de sus estilismos anteriores.
El metalizado volvió a hacerse eco en el look de Charlize Theron, pero esta vez para mal. Su Christian Dior de Alta Costura de aberturas laterales y escote en uve no logró causar el efecto deseado, al cual se sumaba un peinado nada favorecedor que se basaba en una coleta con tupé y que guardaba cierto parecido con el de Scarlett Johansson. Lo único que salvó a este look fueron los pendientes de Chopard que la actriz sudafricana lucía, que hicieron algo de contraste con el vestido.
Por su parte, Scarlett Johansson no acertó en ningún caso con este vestido de tejido fluido en tonos rosas de aires rockeros de la firma Alaïa, con un cinturón de piel con tachuelas en la cintura que le restaban elegancia al estilismo. Para rematar, su corte pixie recién estrenado con los lados rapados tampoco le hacían justicia a esta bellísima actriz.
Por otro lado, la elección de la actriz Cinthia Erivo fue un completo y absoluto desacierto. El vestido largo de tirantes de Paolo Sebastian con un estampado de flores muy rígido que eligió para la gala no favorecía a las formas de su cuerpo, con un escote que resultaba demasiado bajo que no realzaba absolutamente nada a la zona del pecho.
El vestido de corte imperial de Zac Posen que Leslie Mann se enfundó fue uno de los primeros en llegar a la alfombra roja, y como no podía ser de otro modo, fue también uno de los más criticados de la noche. Este maxi vestido abullonado de color mostaza era muy excesivo y tenía un volumen demasiado sobrado.
Y mientras que la actriz Taraji P.Henson se alzaba como una de las mejores vestidas de la noche, sus compañeras de reparto en Figuras Ocultas no corrieron la misma suerte. En primer lugar, Octavia Spencer –nominada como mejor actriz secundaria por su brillante interpretación en Figuras Ocultas– se decantó por un vestido gris perla de seda y plumas de Marchesa, aunque hay que destacar que el tipo de corte en el que se basaba este vestido favorece a los cuerpos con curvas como el de la actriz.
En segundo lugar, Janelle Monáe lucía un vestido infinitamente sobrecargado y voluminoso de Elie Saab, diseñador que también fue el encargado de vestir a Meryl Streep tras la polémica de ésta con Chanel y Karl Lagerfeld. El vestido de la actriz de figuras ocultas combinaba transparencias, lentejuelas, plumas, apliques brillantes; rematadas con un cinturón de terciopelo, con una diadema dorada y collar maxi también en dorado. Este look es un claro ejemplo de que a veces llevar lo más llamativo y rompedor no es sinónimo de éxito absoluto, ya que este estilismo obtuvo muchísimos detractores.
Por su parte, la productora de esta película y mujer del cantante Pharrel Williams, Mimi Valdes, apareció en esta gala con un vestido floral rosa de corte asimétrico que le hizo destacar negativamente, cuestión que no hizo más que acentuarse con su peinado en forma de corona trenzada y con un color de pelo gris que le envejecía.
Indiscutiblemente, el estilismo de Blanca Blanco se postuló como uno de los peores looks de la noche. La actriz latina llevó un vestido amarillo con bordados de pedrería, hombros abullonados y con una infinita e innecesaria abertura lateral que le hizo tener algún que otro descuido y que le restaba toda la elegancia necesaria para estar en el grupo de las mejor vestidas.
Por su parte, Ginnifer Goodwin lució un vestido rojo de manga larga de Zuhair Murad con transparencias y encaje con el cual patinó bastante; y el maquillaje tan oscuro que llevaba y su corte pixie de pelo tampoco ayudaron nada para que no estuviera en esta lista.
Por último, la periodista, productora y escritora Nancy O´Dell fracasó en su elección y no se hizo ningún favor con un vestido rojo con bustier excesivamente apretado que no realzaba para nada la zona del pecho y que lo único que conseguía era crear más volumen a su cuerpo.