Michael T. Flynn, consejero de Seguridad Nacional, dimitió ayer lunes por la noche después de que se revelara que había engañado al vicepresidente Mike Pence ya otros altos funcionarios de la Casa Blanca en relación a sus conversaciones con el embajador ruso en Estados Unidos. Flynn, que estuvo en el cargo menos de un mes, dijo que había dado “información incompleta” sobre una llamada telefónica que tuvo con el embajador a finales de diciembre sobre las sanciones estadounidenses contra Rusia, semanas antes de la toma de posesión del presidente Trump.

Pero ayer, un ex funcionario del gobierno dijo que el Departamento de Justicia advirtió a la Casa Blanca el mes pasado de que Flynn no había sido completamente sincero en sus conversaciones con el embajador. Por eso el Departamento de Justicia temía que Flynn pudiera ser vulnerable al chantaje de Moscú.

En su carta de renuncia, que la Casa Blanca envió por correo electrónico a los periodistas, Flynn dijo que había tenido numerosas llamadas con funcionarios extranjeros durante la transición. “Desafortunadamente, debido al rápido ritmo de los eventos, inadvertidamente informé al vicepresidente electo y a otros con información incompleta sobre mis llamadas telefónicas con el embajador ruso”, escribió. “Me he disculpado sinceramente con el presidente y el vicepresidente, y han aceptado mis disculpas”. “Estoy ofreciendo mi renuncia, honrado de haber servido a nuestra nación y al pueblo estadounidense de una manera tan distinguida”, escribió Flynn.

Flynn fue desde el principio un partidario ardiente de la candidatura de Trump, y en su renuncia trató de alabar al presidente: “En tan sólo tres semanas”, dijo Flynn, el nuevo presidente “ha reorientado la política exterior estadounidense de manera fundamental para restaurar la posición de liderazgo de Estados Unidos en el mundo”.

Ayer Sean Spicer, secretario de prensa de la Casa Blanca, les dijo a los periodistas que “el presidente está evaluando la situación sobre el futuro de Flynn”. Sin embargo, por la noche todo se precipitó y su dimisión se produjo aproximadamente siete horas después de que Kellyanne Conway, consejera del presidente, dijera en la MSNBC que Trump tenía “plena confianza” en el general retirado.

[Sumario]

El F.B.I. había estado examinando las llamadas telefónicas de Flynn mientras se le preguntaba cada vez más sobre sus interacciones con funcionarios rusos y su administración del Consejo de Seguridad Nacional. Los rusos sabían lo que se había dicho en la llamada así que, si querían que Flynn hiciera algo, podrían haber amenazado con exponer la mentira si se negaba. Chantaje. La advertencia del Departamento de Justicia a la Casa Blanca fue hecha pública por primera vez el lunes por la noche por The Washington Post.

Además, el Ejército ha estado investigando si Flynn recibió dinero del gobierno ruso durante un viaje que llevó a Moscú en 2015, según dos funcionarios de la defensa. Flynn dijo en un principio a Pence que la llamada se limitaba a charlas pequeñas y bromas de vacaciones. Pero la conversación también incluyó una discusión sobre las sanciones impuestas a Rusia después de que las agencias de inteligencia determinaran que el gobierno del presidente Vladimir Putin intentó interferir en las elecciones de 2016 en nombre de Trump. Sin embargo, los funcionarios de la administración actuales y anteriores familiarizados con la llamada dijeron que la transcripción era lo suficientemente ambigua como para que Trump pudiera haber justificado el despido o no de Flynn.

Candidato a sustituirle

Una persona cercana a la administración, y que habló bajo la condición de anonimato, dijo que el vicealmirante retirado Robert S. Harward es el candidato principal para reemplazar a Flynn, aunque Kellogg y David H Petraeus están también en la lista de posibles candidatos.

Flynn y Pence hablaron dos veces en los últimos días sobre el asunto, pero funcionarios de la administración dijeron que, en lugar de disculparse completamente y aceptar la responsabilidad, el consejero de seguridad nacional dijo que no recordaba bien las conversaciones.

Funcionarios de la administración anterior y actual han dicho que Flynn instó a Rusia a no tomar represalias contra las sanciones porque una reacción exagerada haría cualquier cooperación futura más complicada. Nunca dijo explícitamente “un alivio de las sanciones”, comenta un ex funcionario, pero parecía dar la impresión de que sería posible. Durante su viaje de 2015 a Moscú, Flynn fue pagado para asistir a la celebración del aniversario de ‘Rusia Hoy’, una red de televisión controlada por el Kremlin. En el banquete, se sentó al lado de Putin.