Imagínese. Una dosis de radiación de un solo sievert al día puede causar daños graves en la salud humana y hasta la muerte. Pues bien, en el reactor número dos de la central nuclear de Fukushima se están alcanzando niveles de 650 sieverts por hora. La radiación es tan elevada que el robot de TEPCO (Tokyo Electric Power Company) que se había logrado introducir en el reactor número dos, tras lograr acceder al interior de la vasija de contención del reactor, tuvo que ser retirado porque su electrónica podía resultar dañada.
Los niveles son “mayores de lo esperado”, según declaran desde TEPCO, por lo que se hace necesario seguir investigando para determinar si, tal y como se sospecha, la radiación proviene de la presencia de combustible fundido en el fondo de la vasija de contención.
Sin fugas en el exterior
La empresa recalcó que en el exterior los niveles de radiación no han variado ni se han detectado nuevas fugas. El desastre de Fukushima tuvo lugar en marzo del año 2011 por un terremoto y un tsunami. El desmantelamiento de la central nuclear se calcula que podría costar entre 30 y 40 años llevarlo a cabo. Desde Chernóbil no había ocurrido ningún accidente nuclear similar.