Una pareja de California, en Estados Unidos, ha sido detenida por haber abusado y maltratado a sus hijos en el sótano de la vivienda familiar. Los descendientes tienen entre cuatro meses y 12 años. A Jonathan Allen e Ina Rogers, de 30 años, se le acumulan los delitos, acusados entre otros cargos de torturar y abusar a los niños.
Cuando los niños fueron rescatados por la Policía del estado de California, tenían en su cuerpo heridas, quemaduras, hematomas y lesiones producidas por una pistola de perdigones con la que intimidaban a sus propios hijos. Según los propios agentes, los niños estaban bajo "condiciones de vida horrible", viviendo entre miseria. Los niños, en un lugar seguro, empezaron a contar sus vivencias tras varias semanas de mutismo absoluto.
Según la confesión de los padres, han actuado normal con sus hijos y espera que las acusaciones se vayan diluyendo con el paso de los días. Han defendido su inocencia. Según la abuela materna, su yerno era "un monstruo", asegurando que pegaba al bebé y que le ponía cinta aislante en la boca para que no se escuchara como lloraba. Las sospechas comenzaron el pasado 30 de marzo, cuando Ina denunció la desaparición de su hija mayor. La Policía, al entrar en la casa para recopilar pruebas, estaba llena de basura, comida en mal estado e incluso heces de animales por el suelo de la casa.
