Otro vil asesinato a personal solidario, entregado; en esta ocasión, de Cruz Roja. La comunidad internacional no da crédito. Acciones semejantes dilapidan el trabajo y la ayuda que necesitan miles de personas desamparadas. Hoy, estamos, todos, un poco más desasilados.
El equipo estaba compuesto por 3 conductores y 5 delegados de terreno, que iban de camino, en Afganistán, a entregar ayuda humanitaria básica, a una zona al sur de la ciudad de Shibergan, en la provincia de Jawzan. Y ese convoy de la Cruz Roja ha sido atacado, por hombres armados desconocidos.
Condena enérgica
La Cruz Roja Internacional está conmocionada. “Este es un acto despreciable. Nada puede justificar el asesinato de nuestros colegas y queridos amigos”, ha dicho la responsable de la delegación del CICR en Afganistán, Mónica Zanarelli. “En este momento es prematuro determinar el impacto de este espantoso incidente en nuestras operaciones en Afganistán. Queremos mantenernos como un equipo y apoyarnos mutuamente, para tratar de asimilar este acto incomprensible y en contra a nuestros dos colegas desaparecidos”, dijo Zanarelli.
“Condenamos en los términos más enérgicos lo que parece ser un ataque deliberado contra nuestro personal. Es una gran tragedia. Estamos en estado de shock”, dijo el presidente del CICR, Peter Maurer.
“Estos miembros del personal, simplemente, cumplían con su deber, desinteresadamente, tratando de ayudar y apoyar a la comunidad local. Nuestro pensamiento está con las familias y seres queridos de nuestros colegas muertos y de los desaparecidos”, dijo Maurer. Todavía no está claro quién llevó a cabo el ataque o el motivo.