El problema que sufría uno de los productos más emblemáticos de España, el queso manchego, ha encontrado consenso en el acuerdo alcanzado este sábado entre la Unión Europea y México. De esta forma convivirán dos quesos con el mismo nombre en los supermercados del país americano: el manchego original de España, y el manchego mexicano.
La rueda de prensa que ha otorgado el comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, señalaba que el queso manchego original será reconocido por primera vez con una indicación protegida. Así coexistirá con el queso manchego que se produce en México con leche de vaca.
Esta etiqueta tiene la función de que los consumidores no se equivoquen de queso y que compren el que realmente quieren, conociendo su procedencia y su elaboración, pues ambos quesos distan mucho de ser iguales.
Con este acuerdo se renueva el tratado comercial que se ha mantenido vigente desde el año 2000. Aunque Bruselas explica que todavía hay que seguir puliendo aspectos técnicos sobre los que trabajarán para que el texto jurídico esté finalizado antes de que acabe el año.
Bruselas ha recalcado que las negociaciones darán preferencia de acceso a muchos quesos, que hasta ahora sufrían un arancel del 20%, y ofrecerá “una mejora significativa del acceso para muchos otros”.
Origen del conflicto
Este conflicto surgió al principio de este año con la queja de varias cabezas de asociaciones y federaciones relacionadas con la gastronomía láctea española, en especial la manchega; que se centra en la utilización del sinónimo “manchego” por parte de un queso mexicano totalmente distinto al manchego de España. Es decir, en México se venden dos quesos manchegos, el original y el mexicano.
El segundo se vende a un menor precio debido a sus materiales totalmente distintos y al no sufrir los aranceles que soportan los quesos internacionales, por lo que los consumidores que deseaban queso manchego español pero que desconocían las diferencias cogían el queso manchego mexicano debido a su menor precio.
El presidente de la Denominación de Origen (DO), Antonio Martínez Blasco explicaba que “nosotros nos trajimos el maíz o la patata. Hubo un intercambio cultural y de personas con México durante siglos, pero allí la cabaña de ovejas es prácticamente inexistente y lo hacen con leche de vaca” y asegura que “es un fraude al consumidor y no se puede consentir que se denomine manchego o tipo manchego”.
La presidenta de la Federación de Lácteos de Castilla- La Mancha, Rosa maría Villarubia, que también es miembro de la Asociación de la Pequeña Industria Láctea de España, comentaba que “han llamado queso tipo manchego a un queso de vaca para comercializarlo porque tiene fama mundial gracias a la labor exclusiva de las industrias manchegas y se han aprovechado”.
Añadía también que “es una competencia directa y desleal en toda regla. Y es que no tiene nada que ver. El propietario de la marca es el Consejo Regulador y la Denominación de Origen”.
El verdadero problema, es la cercanía entre México y Estados Unidos, pues es el principal importador de este producto, el cual España exporta el 60% de su producción.
Diferencias
La diferencia entre ambos quesos es sustancial, el queso español está hecho con leche de oveja de la raza manchega y protegida por una Denominación de Origen. Tiene una consistencia firme y compacta; y, a pesar de su sensación mantecosa, no es un queso para derretir. Su sabor es más o menos fuerte dependiendo del tiempo de curación, que puede sobrepasar los ocho meses. Su forma de consumo es variado pero destaca si lo acompañas con jamón, pan, anchoas, vino o pasta de membrillos.
El queso mexicano por su parte, es una mezcla de leche de vaca y de cabra. Se denomina manchego por el “tipo manchego” que ya es tradicional en el país. Tiene mucho cuerpo, olor fuerte y un sabor cercano al colby. Se consume en quesadillas y fundido entre otras formas.