El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha anunciado que retirará su reforma del sistema de Seguridad Social, después de las protestas que han recorrido el país en los últimos días y que han dejado decenas de muertos y heridos.
Ortega ha tomado esta decisión después de que los estudiantes decidiesen salir a la calle en respuesta por las polémicas medidas aprobadas por el Ejecutivo. Estas medidas contemplan una subida en las retenciones para la Seguridad Social a trabajadores y empresarios y una retención del 5% para los pensionistas, muchos de los cuales cobran entre 150 y 200 euros mensuales.
Sin embargo, lo más polémico ha sido la reacción del Gobierno a estas marchas estudiantiles. El Ejército y la Policía han sido los encargados de reprimirlas, provocando hasta 30 muertos, decenas de heridos y más de un centenar de detenidos y desaparecidos.
La posición de la Iglesia Católica también ha sido clave para lograr este paso atrás del presidente nicaragüense. La Conferencia Episcopal de Nicaragua se ha posicionado abiertamente del lado de los manifestantes, a quienes han ofrecido sus templos como refugio durante la represión y los tiroteos por parte del Ejército.
La decisión de Daniel Ortega no es, sin embargo, suficiente para la oposición, que pide la dimisión del Presidente y la convocatoria de elecciones. Desde la oposición denuncia, además, la corrupción del Gobierno, a quien acusan, incluso, de pagar a jóvenes conflictivos para que se enfrenten a los estudiantes que se manifiestan.
Mientras todo esto ocurre, varias ONG han denunciado la situación que vive el país, con constantes saqueos y barricadas y con los nicaragüenses armándose de provisiones, para hacer frente a una posible guerra que ya parece haber tomado las calles de Nicaragua.