El presidente de Corea del Norte, Kim Jong Un ha asumido el compromiso de contribuir a eliminar las armas nucleares de la península de Corea. Esta promesa ha llegado tras la reunión entre el líder norcoreano y el presidente chino Xi Jinping, en Pekín.
A pesar de la excentricidad de Kim Jong Un y su gobierno, el encuentro entre ambos presidentes no es del todo extraño, ya que China es el aliado tradicional de Corea del Norte. Sin embargo, la promesa de Kim Jong Un sí supone un paso importante, que se suma a otros dos hechos significativos, las reuniones que mantendrá con el presidente de Corea del Sur Moon Jae In, y con el presidente estadounidense Donald Trump.
Precisamente en las manos de estos dos países está el siguiente paso, según ha dicho Kim Jong Un. El líder norcoreano ha asegurado que “el asunto de la desnuclearización de la península de Corea puede resolverse si Estados Unidos y Corea del Sur responden a nuestra buena voluntad”.
Y es que parece que en los últimos días Kim Jong Un ha decidido dar un giro a las relaciones internacionales de su país. Tras celebrar varios lanzamientos de misiles y asegurar que tenía armamento capaz de llegar a territorio estadounidense, el líder norcoreano se muestra ahora más conciliador. De hecho, según sus propias palabras, busca crear “una atmósfera de paz y estabilidad, mientras se toman las medidas pertinentes para lograr la paz”.