La "nueva normalidad" de España tras la crisis sanitaria del coronavirus reforzaría a los grandes partidos del espectro político nacional. Según la último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el PSOE ganaría las elecciones generales con un 31,5% de los votos, a más de 13 puntos del principal líder de la oposición. El PP reuniría un 18,1% del electorado, por delante Unidas Podemos que cedería bastante terreno pero conseguiría la tercera posición (12,2%). Vox se situaría en cuarta posición con 11,7% de los votos. Ciudadanos tomaría aire y reuniría el 10,6% del electorado.
Entre los partidos minoritarios, ERC sería el partido más beneficiado. La formación de Oriol Junqueras tendría un 2,8%, por delante de JxCAT y 1,7%, por delante de Más País y su 1,5%, por delante del PNV y su 1,2%. EH-Bildu reuniría el 0,8%, por delante de Coalición Canaria (0,6%), BNG (0,9%) y Na+ (0,5%) tendrían dos escaños cada uno, por delante del PRC (0,2%) y Teruel Existe (0,1%).
Por lo tanto, la política de bloques cambiaría algo. El centro-izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Más País) aglutinaría el 45,2% de los votos frente al 40,4% de los votos del centro-derecha (PP, Vox y Ciudadanos). Por lo tanto, la decisión volvería a estar en los partidos minoritarios para ensalzar, de nuevo, a Pedro Sánchez en La Moncloa o formular nuevas alianzas.
Evolución del voto
El PSOE se mantendría como primera fuerza política y Pedro Sánchez como claro ganador, electoral y moralmente, de los comicios. Los socialistas ganarían casi tres puntos. El PP también tendría un resultado electoral peor que en el pasado 10 de noviembre, descendiendo 2,6 puntos pero sin evitar que Vox siga siendo un partido fuerte en la derecha. Unidas Podemos apenas perdería medio punto en intención de voto y cinco escaños, pero superaría en intención de voto, que no en representación, a los de Santiago Abascal. Vox caería tres puntos y medio en intención de voto. Mientras tanto, el partido de Inés Arrimadas frenaría la hemorragia electoral: ganaría tres puntos y medio.
Estos resultados, si bien pueden cambiar mucho hasta que se celebren unas elecciones, deberían servir como orientación para los partidos de cara a su estrategia de cara al nuevo curso político.
Este barómetro sale justo en el momento de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado 2021 (PGE). El pasado martes, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, mantuvo una reunión con la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, para intentar explotar el último bastión posible, para quemar el último cartucho, que permita aprobara unos "Presupuestos de país". La "número dos" del Ejecutivo instó a Gamarra a que, "si su partido no va a apoyar" las líneas presupuestarias, al menos que se abstenga para facilitar la viabilidad de las mismas "porque los Presupuestos son necesarios para aliviar los problemas sociales y económicos de nuestro país".