El Gobierno mantiene su intensa agenda parlamentaria para intentar sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado 2021 (PGE), unas cuentas de las cuales todavía no existe un borrador, aunque fuentes cercanas al Ministerio de Hacienda estiman que estará listo en las próximas semanas. El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, mantuvo un encuentro con la portavoz de EH-Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, y con el diputado Oskar Matute de cara a la predisposición de los "abertzales" a negociar las nuevas cuentas.
El vicepresidente @PabloIglesias se ha reunido esta mañana con representantes de ERC y de EH Bildu para conversar sobre los retos de país en la reconstrucción y sobre la estabilidad de la legislatura. pic.twitter.com/pWOJB4Fe44
— Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030 (@VSocialGob) September 16, 2020
Previamente, Iglesias se había reunido con ERC y ambos partidos coincidieron en una máxima: arrinconar, si no expulsar, a Ciudadanos del campo de la negociación de las cuentas. Fuentes cercanas a la vicepresidencia segunda aseguran que "se constata la buena disposición de ambas formaciones al diálogo y la negociación con el Gobierno" con la clara voluntad de "alcanzar la estabilidad de la legislatura". "Se ha confirmado la buena sintonía respecto a la necesidad de mantener la estabilidad de la legislatura y el actual rumbo del Gobierno de coalición en los próximos años, en una dirección progresista apoyada en la mayoría parlamentaria de la investidura", aseguran. De ahí que se situara el bloque de la moción de censura frente a "un bloque de gobernabilidad con la extrema derecha".
Este movimiento se justifica en el intento del vicepresidente segundo en reavivar la mayoría que permitió la moción de censura a Mariano Rajoy. En una clara declaración de intenciones, Iglesias recibió a las dos formaciones soberanistas en su despacho de la vicepresidencia segunda del Gobierno, en el Paseo del Prado de Madrid, y no en el de la sede de Unidas Podemos de la capital. Desde Bildu, trasladaron lo urgente que es derogar la reforma laboral del PP, algo ante lo que se sintió "cierta receptividad" por parte del líder morado.
Hay dos opciones.
El Gobierno tiene que elegir entre la derecha neoliberal o el bloque progresista que propició la investidura.
Pactar con Ciudadanos es sinónimo de neoliberalismo y recentralización, incompatible con dar una salida progresista y plurinacional a esta crisis. https://t.co/Y63xZN7QZX
— Mertxe Aizpurua (@MertxeAizpurua) September 16, 2020
"Hay una cuestión que incide más en el Estado español, tenemos la oportunidad de que se cambie el rumbo de este Estado y se solucionen de una vez por todas todos los problemas pendientes, que se adopten las soluciones pertinentes", aseguró Aizpurua al término del encuentro, que apuntó al "problema territorial" como principal escollo de la negociación.
??«Queremos desmontar todos los aspectos lesivos y perjudiciales que conlleva la Reforma Laboral del PP».
Es positivo empezar a dar pasos para DIGNIFICAR las condiciones de vida de la clase trabajadora, pero hay que ir más allá.@OskarMatute tras la reunión con @PabloIglesias?? pic.twitter.com/kCmzMALAoN
— EH Bildu (@ehbildu) September 16, 2020
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, se reunió esa misma tarde también con Aizpurua para mantener un encuentro "más protocolario" que, según fuentes republicanas, giró en torno "al inicio del curso escolar y político". En este sentido, la también ministra de la Presidencia, Relación con las Cortes y Memoria Democrática se reunió con JxCAT, ERC, Más País y Compromís.
El PNV, molesto
Uno de los socios preferentes del Gobierno, el PNV, se mostró "suspicaz" tras conocer esta reunión. Desde el entorno de Sabin Etxea restan importancia al encuentro, aunque recuerdan que su paciencia tiene un límite. El PNV apoyó la investidura de Pedro Sánchez el pasado enero frente a la abstención de ERC y Bildu.