La tensión y la desconfianza imperan en la Puerta del Sol de Madrid. Los socios de gobierno de coalición de la Comunidad de Madrid podrían estar más distanciados que nunca, según diversas fuentes. Tal sería esta distancia que la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, planea convocar elecciones autonómicas anticipadas si la moción de censura contra ella presentada por el PSOE cogiera aire.
Los planes de la baronesa popular pasan porque los comicios coincidan con las elecciones que se celebrarán en Cataluña. Sin embargo, por ahora solo está encima de la mesa con un plan a corto plazo, no algo inmediatamente efectivo. Ayuso tendría que firmar el decreto de disolución de la Asamblea de Madrid y posterior convocatoria de elecciones.
La sede nacional del PP, en la calle Génova 13, ha frenado varios intentos de Ayuso de anticipar las elecciones. El propio presidente del partido, Pablo Casado, ha actuado de mediador entre Ayuso y el vicepresidente de la comunidad, Ignacio Aguado (Ciudadanos), para intentar eliminar tensiones internas.
El portavoz adjunto del PSOE en la cámara autonómica, José Cepeda, metió más presión aún a la ya tensionada relación de los socios y aseguró lo siguiente en Twitter: “Nosotros estamos permanentemente dispuestos a asumir la gobernabilidad de esta región en cualquier instante. Y deseamos ver un gobierno estable en Madrid en vez del permanente juego de tronos”.
Sin embaargo, el propio Aguado descartó encabezar una moción de censura contra su socia de gobierno. El líder de Ciudadanos en Madrid se mostró muy tajante sobre el futuro más inmediato de la región ante la propuesta del delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco (PSOE), sobre una posible moción de censura a Isabel Díaz Ayuso cuya consecuencia sería que el líder de Ciudadanos se hiciera con la presidencia de la Puerta del Sol. Aguado concedió una rueda de prensa el pasado miércoles en la que se adelantó a la pregunta de los periodistas sobre esta cuestión y descartó, al menos por el momento, aliarse con el PSOE para echar a la presidenta popular.
Al contrario: el "número dos" del gobierno madrileño aseguró que los madrileños están centrados en "si van a poder cobra o no mañana el ERTE, si se va a acabar el ERTE o si les van a despedir", en referencia al trabajo. Añadió otra preocupación: la de la situación epidemiológica. "Los madrileños también estamos preocupados por si mañana nos llaman desde el colegio de nuestros hijos diciendo que su hijo es compañero de un niño que está contagiado y tiene que irse a casa", planteó.