Kiko Rivera (Francisco José Rivera Pantoja, 9 de febrero de 1984), comenzó una guerra mediática que no tiene fecha de finalización en los próximos días. Tras la entrevista concedida a “Sábado Deluxe” donde reveló los problemas psicológicos y de salud mental por los que está pasando, se ha convertido en un personaje que está acaparando algunos titulares de la prensa rosa y del corazón.
Esa entrevista dio pie a especulaciones sobre la salud financiera de Paquirrín. El pasado 26 de octubre, durante la emisión de “El programa de Ana Rosa”, el colaborador, Joaquín Prat, se mostró bastante duro con el hijo de Isabel Pantoja, y asomó que existe un móvil económico, ya que la actitud que muestra ante las deudas tiende a ser bastante irresponsable: dejan que se acumulen de manera descontrolada. “De verdad, es que no pago a Hacienda, no pago la comunidad de mi piso en San Sebastián de los Reyes, no pago las multas del coche… en fin, en esta vida no se puede conducir así”, dijo el colaborador muy contundente.
Kiko Rivera dio una exclusiva a Lecturas y e inició una nueva guerra mediática familiar.
Rivera ha tenido rencillas con algunos miembros de su clan familiar: con su prima y con su hermana son las que más destacan, pero es primera vez que sus dardos apuntan a su madre. A eso hay que sumarle que, la entrevista, fue realizada por Mila Ximénez, de quien todo el mundo sabe es una enemiga acérrima de Isabel Pantoja, así que nada bueno puede salir.
Allí el hijo de Paquirri acusa a su progenitora de “mala madre y mala abuela”. También la acusa de robarle un coche que él está pagando pero que está a nombre de ella. Que piensa disputar sin contemplación la herencia de su padre ya que, según él, su madre pudo haberse quedado con una parte que le correspondía.
“Me acusas de vender mis penas cuando tú te has vendido como la viuda de España toda tu puta vida”, dijo. La acusó de ser una mujer “soberbia y fría” y a quien solo le interesa el dinero; “mi madre me dijo que no era Pantoja, que era Rivera ¡qué cosa más horrible que decirle eso a un hijo!”, agregó.
Kiko Rivera está muy mal de dinero y necesita lucrarse.
Es la primera vez que Kiko Rivera ataca a su madre, y ahí es donde se encuentra el negocio. Su exclusiva, de casi once páginas, tiende a generar cierta sospecha: es que una persona de 36 años no descubre, de un día para otro, que ha vivido con una “mala madre”. El chico quiere dinero, quiere ganancias, quiere lucro: vender exclusivas y reclamar su herencia.
Ya por todos es conocido que la familia Pantoja está mal económicamente y, quien está peor, es Kiko. Él necesita crear una guerra mediática para hacer caja: vender una pelea familiar, nada más y nada menos que con su madre, es solo una estrategia económica. ¿Qué faltaba por ver en los Pantoja? Una guerra entre madre e hijo, y ahora, todo está servido.