El digital El Español ha devuelto a la actualidad a uno de los personajes televisivos más estrambóticos de la pasada década. Su nombre real es Francisca López-Calderón Altamirano, pero todo el mundo la llamaba 'Paquita de Mónaco'. Y es que esta madrileña, que llegó al público gracias a su tremendo desparpajo, saltó a la fama después de que su sobrino, el trapecista Adans Peres, se casara con la princesa Estefanía de Mónaco.
Pasados muchos años desde que ese matrimonio se rompiera y de su desaparición de los medios, el diario de Pedro J. Ramírez ha publicado una entrevista en la que la mujer que un día estuvo emparentada con la Familia Real monegasca confiesa que actualmente "duerme muchas noches en la calle".
La progresiva bajada a los infiernos
La tragedia ha acompañado a Paquita toda su vida, y así lo dejó expuesto en los platos de los programas del corazón, donde contó desde la muerte de dos de sus hijos a causa de la droga hasta sus problemas con el juego. La última vez que apareció en televisión fue en 'Sálvame', que en el año 2014 quiso saber qué había sido de ella. Entonces vivía en Alicante con su novio, Juanillo, y padecía depresión.
Ahora, 'Paquita de Mónaco' es un juguete roto que duerme "en la calle" y a la que su hijo ha "maltratado". En la mencionada entrevista cuenta que volvió a Madrid, donde en febrero de 2018 su casera la echó del piso de San Blas en el que vívía. Desde entonces, la mayoría de las noches las pasa "en algún banco de la Puerta del Sol". Cuando el frío aprieta, el Samur le ofrece un albergue. Junto a Juanillo, se alimenta en comedores sociales y se asea en baños públicos.
Solo le queda el amor de Juanillo
Reconoce que ganó mucho dinero en televisión, pero que parte se lo gastó su ex marido, "que no era muy trabajador", y el resto lo usó para quitarse "algunas trampas y pagarle la carrera de azafata de vuelo" a su hija Susana.
De los tres hijos que le quedan, ninguno quiere saber nada de ella. Solo la pequeña le "ayuda a escondidas" de su yerno. La otra, "es lesbiana, no me habla". Y el único varón, incluso le ha "pegado" en repetidas ocasiones. "Me hago a la idea de que se me han muerto tres hijos, no dos", dice a sus 73 años Paquita, que pesa 40 kilos.
Mientras, con su sobrino Adans no tiene contacto desde hace mucho tiempo, aunque "no hemos regañado", asegura. A pesar del divorcio, Peres sigue en contacto con Estefanía, afirma su tía: "Se hablan bastante e incluso él ha ido varias veces al Baile de la Rosa. Cuando murió mi hermana Beatriz hace nueve años, la princesa envió al tanatorio un ramo de flores".