Los problemas personales entre Alba Carrillo y Mila Ximénez fueron muy evidentes. En plena final y al ver el resumen de su estadía en el concurso, las miradas de ambas reflejaban de todo menos buenos sentimientos.
Alba y Mila no se quieren
Alba Carrillo piensa que Mila le tiene una especie de rencor pero un poco más allá, ella cree que Mila le tiene asco. Además la modelo confiesa que en el fondo la lastima que Mila la considere una persona muy mala.
Tratando de disfrutar el momento y no llenarse de ideas negativas, Alba admitió que ella por lo menos en la final no quería andar peleando, pero Mila la interrumpe y le lanza unos dardos. Según Ximénez, solo lo que quería es irse a su casa porque aunque ya todos se olvidarán de Gran Hermano ahora ellas no se llevan bien.
Jorge Javier buscando de que no se siguieran tratando así, intercede y las calma un poco, tanto así que para sorpresa de todos se abrazaron.