A pesar de que no tiene muchos amigos en la cadena, no es fácil encontrar a compañeros de trabajo de Belén Esteban que se atrevan a dar el nombre y el apellido para hablar mal de ella. Sin embargo, basta mencionar la palabra 'off the record' para que empiecen a aflorar historias que jamás ha escuchado el gran público o para que le lluevan palos de todos los colores y tamaños.
La razón para tanto miedo, nos aseguran, solo es una: Belén manda mucho más de lo que tú o que yo mandamos en nuestra empresa, salvo que seas jefe, adjunto a la dirección o familiar de primer grado de uno de los jerifaltes.
Un poder que la de San Blas se ha ido ganando a lo largo de toda una vida de audiencias estratosféricas, tras convertir en oro todo lo que ha tocado y después de haber confirmado que Telecinco no habría mantenido su liderazgo durante tanto tiempo de no ser por ella y por los programas elaborados a medida de Belén.
Sin embargo, muchos creen que su hora en televisión está a punto de acabar. De hecho hablan de su boda como su último 'golpe' televisivo antes de una retirada progresiva tras la pérdida de muchos de sus fans cansados tras tanto tiempo de lo mismo. En Mediaset parece que no son pocos los que eran ver caer a la princesa cuanto antes. Su poder, su actitud y su contactos en las altas esferas la han precipitado.