El condado rural de Monroe, en Misisipi (EE.UU.) se encuentra consternado por la tragedia que ha sacudido a una de las familias de la zona. Un niño de solo 9 años ha matado a su hermana de 13 de un disparo, por no dejarle jugar a un videojuego.
Los hechos han ocurrido cuando los dos hermanos han comenzado a pelear por el mando de la consola, a la que estaba jugando la víctima. Al ver que la niña no cedía, el niño cogió la pistola de sus padres, guardada en una mesilla de noche, y disparó a su hermana, desde atrás, en la cabeza.
El disparo alertó a la madre de los niños, que se encontraba en la cocina. Inmediatamente la mujer llamó a los servicios de emergencia y la niña fue trasladada, de inmediato, al Hospital Infantil Le Bonheur, en Memphis, donde solo pudieron certificar su defunción.
Por el momento las autoridades no han presentado cargos y están investigando los hechos. Unos hechos que, una vez más, reabren el debate en EE.UU. sobre el uso de armas por parte de la población civil y sobre lo fácil que es acceder a un rifle o a una pistola en el país norteamericano.