El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se ha mostrado firme ante las reivindicaciones de los nacionalistas corsos. Aunque se ha mostrado favorable a que se aluda de forma específica a Córcega en la Constitución, como forma de “reconocer su identidad y anclarla en la República”, pero ha rechazado otras reivindicaciones nacionalistas en materia de lengua o residencia.
Macron ha realizado su primera visita a la isla desde que llegó al Elíseo. El viaje ha llegado tras la reciente victoria de los nacionalistas en las elecciones regionales de diciembre de 2017, pero el presidente galo, ha reiterado que no está dispuesto a ceder en algunas de sus reivindicaciones históricas.
LENGUA
Flanqueado por las banderas de Francia y la Unión Europea, Macron ha rechazado la propuesta de cooficialidad para la lengua corsa, argumentando que, “en la República francesa, hay una lengua oficial y es el francés”. “El bilingüismo no es la cooficialidad”, ha apostillado.
RESIDENCIA Y AMNISTÍA
También ha rechazado la iniciativa para fijar un “estatuto de residente” en Córcega, así como la amnistía para los condenados por la violencia independentista que se prolongó durante 40 años, hasta que los terroristas depusieron sus armas en el año 2014.
GESTO SIMBÓLICO
La principal concesión de Macron al nacionalismo, ha llegado con un gesto tan inesperado como simbólico como es “que Córcega sea mencionada en la Constitución” de Francia, según medios galos. En su opinión, sería “una manera de reconocer su identidad y de anclarla en la República”, por lo que ha planteado que esta propuesta se debata “el mes que viene”, antes de los debates que arrancarán para reformar la Carta Magna en un sentido más amplio.