El nuevo catálogo de Ikea en Israel ha despertado críticas a nivel internacional por ofrecer una imagen sesgada de la familia y denigrar a la mujer hasta el punto de eliminarla por completo de sus páginas. El motivo es porque su imagen puede resultar ofensiva para la comunidad ultra religiosa judía.
La publicación que ha traído la polémica ha sido lanzada concretamente por la franquicia israelí de la multinacional originaria de Suecia, para acercar sus productos a los conservadores ultraortodoxos judíos. La revista que muestra una familia sesgada se ha diseñado en exclusiva para el público al que está dirigido, incluso se ha buzoneado en los barrios y localidades donde reside principalmente esta comunidad.
MUJERES OCULTAS
El catálogo enseña una familia sesgada, sin imágenes en la que se reflejen mujeres o niñas. Repletas de escenas en la que los protagonistas son siempre hombres: padres e hijos en un espacio perfecto en la que las madres y hermanas son invisibles. En una de las páginas del interior se puede observar durante el desayuno que a pesar de haber preparados cuatro comensales aparecen únicamente tres varones.
Josefin Thorell, portavoz de la multinacional sueca, ha declarado que no se repetirá. Es la primera vez en dieciséis años de existencia que la franquicia israelí de Ikea lanza un catálogo alternativo de este tipo. La dirección de la firma de muebles de diseño tiene claro que no va a permitir que ninguna de sus franquicias vulnere los principios de la marca que representa.
[Sumario]
Anteriormente ocurrió algo similar en Arabia Saudí, donde se borraron las mujeres del catálogo distribuido mundialmente para ajustarlo a la costumbre del país. Desde entonces, siempre han dejado claro que la igualdad de derechos es una de sus banderas.
En Israel, las redes sociales han ardido con ironía al verse sorprendidos de la existencia de tantas familias monoparentales de varones entre los ultraortodoxos, preguntándose para cuándo un catálogo gay o dedicado a otros sectores de la sociedad israelí. La popularidad entre los ultrareligiosos judíos, desde que llegó Ikea al país en 2001, ha alcanzado la cota del 11% de los más de 8.5 millones de habitantes de Israel.
