La Administración de Donald Trump está valorando diferentes opciones para que México, finalmente, se haga cargo indirectamente del muro que el presidente quiere construir. Por eso, se plantea gravar con un 20% las importaciones de México, según ha informado Sean Spicer, el portavoz de la Casa Blanca. A bordo del avión del presidente, el Air Force One, Spicer no dio muchos más datos. Eso si, afirmó que la decisión está casi tomada y se materializará como una reforma fiscal. “Estos planes proveen los recursos necesarios de una forma que no afecta a los contribuyentes estadounidenses”, ha dicho Spicer.
Sin embargo, la medida no se puede tomar inmediatamente porque lo impide el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado por EE UU, Canadá y México hace más de dos décadas y que sigue vigente. Spicer ha declarado que “probablemente” Estados Unidos sea el único gran país que no pone impuestos en las importaciones de productos de otros países y permite que “fluyan libremente, lo cual es ridículo”. Por eso, con el impuesto que pretenden imponer y calculando que Estados Unidos tiene un déficit comercial con México de 50 millones, se podrían obtener 10 millones de dólares al año y el muro se pagaría “fácilmente solo con este mecanismo”.
Opción
La agencia de noticias AP recoge también las palabras del secretario de prensa de la Casa Blanca en las que matiza que es “solo una de varias opciones que se discuten para pagar el muro en la frontera sur”. El presidente aún no ha tomado la decisión de cuál será la medida por la que finalmente opta.