Al menos 44 muertos y 150 personas heridas, decenas de ellos en “condiciones críticas”, ha sido el balance que ha dejado una estampida humana durante la celebración judía de Lag Baomer, la festividad judía del fuego, en el Monte Merón de Galilea (norte de Israel). La tragedia ha ocurrido entre la noche del jueves y la madrugada de hoy, según han confirmado las autoridades israelíes.
Aproximadamente 100 religiosos se encontraban congregados en el monte, donde se celebraba la fiesta. En la madrugada de hoy, la música, los bailes y los rezos dieron lugar a gritos de desesperación. Dada la gran cantidad de gente en un lugar tan pequeño, la avalancha fue mortal, y una tragedia para el país. Las aglomeraciones dificultaron las labores de auxilio y rescate, obstaculizando la llegada de las ambulancias al lugar de los hechos.
Los primeros informes indicaron que ocurrió debido al desplome de una estructura instalada para la ocasión, sin embargo, se ha negado más tarde. En estos momentos la causa de la avalancha sigue siendo una incógnita sin resolver.
“Se trata de un desastre muy grande”, reaccionó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, nada más conocer el catastrófico acontecimiento. Ha expresado su dolor y ha compartido plegarias para la recuperación de los heridos trasladados a diferentes hospitales de la zona. "En esta hora difícil, las palabras no pueden ofrecer consuelo ni pueden describir la magnitud del dolor causado", ha declarado también el ministro de Defensa, Beny Gantz.
Acción sanitaria y policial
Israel se ha despertado esta mañana marcada con dolor, bajo la conmoción, y con muchas preguntas por resolver sobre la responsabilidad en la organización y seguridad de tan gran evento. En estos momentos, sigue habiendo muchos cadáveres sin identificar, además de varias personas desaparecidas.
Decenas de ambulancias acudieron con urgencia al lugar de los hechos, donde los servicios médicos, cuerpos policiales y soldados del Ejército, estuvieron toda la noche atendiendo a los heridos y evacuando en helicópteros a los que se encontraban en peor estado. Fue una situación caótica, según señalan algunos sanitarios de los servicios de emergencias israelíes. Más de una decena de los heridos permanecen en estado crítico, pudiendo aumentar el número de víctimas mortales.
Horas después, el Ministerio de Transporte del país, autorizó el envío de cientos de autobuses y coches para que los religiosos en mejor estado, pudieran volver a casa sanos y salvos junto a sus familias.
¿En qué consiste esta celebración?
El Monte Merón, donde se encuentra la tumba del conocido rabino Shimon Bar Yochai, es considerado uno de los sitios más sagrados del mundo judío.
Decenas de miles de fieles ortodoxos peregrinan cada año a lo alto del Monte Merón para la festividad de Lag Baomer, una celebración judía que se festeja todos los años, también conocida como la fiesta judía del fuego.
A diferencia del año pasado en la que la festividad estuvo restringida debido a la pandemia, este año según el periódico Times of Israel, los organizadores del evento estimaban la asistencia en aproximadamente 100 personas. Esta permisividad de muchas restricciones, gracias a las cuales se ha podido festejar a lo grande, ha sido por el exitoso programa de vacunación del país.
Las autoridades locales israelíes han afirmado que era imposible hacer cumplir las restricciones de seguridad del coronavirus dada la gran multitud que se encontraba concentrada en el Monte Merón.