Muchos expertos han hecho un llamado a repensar el turismo en nuestro país para relanzar esta importante actividad económica una vez que se puedan retomar los desplazamientos en un mundo después del COVID-19.
Sin embargo, hay otros especialistas que consideran que el cambio es urgente y que se tiene que comenzar cuanto antes para captar nuevos públicos que han surgido especialmente durante la desescalada de la pandemia y que incluso se puede mantener en nuevos periodos de confinamiento.
Por ejemplo, hay padres preocupados porque sus hijos pierdan el tiempo al ver que no avanzan con los métodos de educación online, ya sea porque sus escuelas no se han sabido adaptar o porque lo han hecho de manera poco eficiente.
Para los padres que pueden teletrabajar se le abren oportunidades para que sus hijos aprendan otro idioma con estancias familiares en periodos lectivos, algo impensable antes. Por ejemplo, pasando tiempo en EEUU, Irlanda o Reino Unido para aprender inglés. Para periodos inferiores de 3 meses esto no representa ningún problema, ya que para ingresar a los Estados Unidos a los españoles sólo se les solicita el permiso ESTA, mientras que para Irlanda y Reino Unido sólo se tiene que presentar su pasaporte.
También hay otros padres con medios económicos más limitados que quieren que sus hijos aprendan cosas útiles en un ambiente más abierto, cómodo y seguro que el que les ofrece una vivienda pequeña ubicada en alguna de las grandes ciudades de nuestro país.
Para ellos, la idea de mudarse por un tiempo a un punto de la España vaciada es una alternativa que puede probarse ahora. En estos entornos de baja densidad poblacional sus hijos estarían más seguros, podrían concentrarse mejor y aprender cosas que les resultarán útiles para toda su vida como hacer actividades agrícolas o aprender oficios.
Otro tipo de turismo que se abre con el teletrabajo es el de individuos o parejas que quieren pasar más tiempo cerca del mar y de la playa, porque consideran que de esta manera podrán asumir mejor el nuevo estrés que les impondrá la vuelta a las actividades laborales. Se trata de personas que tienen más libertad de movimiento y recursos para poder mantener durante unos meses una hipoteca y un alquiler de una vivienda turística o incluso de un hotel que pueda lanzar una oferta que les resulte atractiva para estancias de media duración.
En definitiva, hay muchas cosas que se pueden hacer para captar a un turista que tiene ahora otras prioridades y que, para su desgracia, no ve alternativas para satisfacer sus expectativas. Con un poco de imaginación y de probar y arriesgarse un poco, los empresarios de una de las principales industrias del país pueden comenzar hoy mismo con la recuperación de un sector que ha pasado su peor año de toda su historia.