Las noticias que llegan de Corea del Norte sobre el coronavirus sufren del mismo mal que con otras noticias provenientes de Pyongyang: hechos dudosos, pocos datos confiables y mucha propaganda. Lo que se puede afirmar es que el gobierno de Kim Jong-un tomó precauciones desde enero, mucho antes que Europa, en ese entonces el periódico estatal Rodong Sinmum calificó la lucha contra la nueva enfermedad como de “supervivencia nacional”.
El pasado 13 de marzo, Corea del Norte informó a la OMS que, a esa fecha, no se había registrado ni un solo caso de COVID-19 en esa nación. Al mismo tiempo, China sumaba más de 80 infectados, y Corea del Sur se acercaba peligrosamente a los 8 casos ¿es eso posible?
Corea del Norte está aislada y en silencio. Existe prohibición para entrar y salir de la nación, el tráfico aéreo y ferroviario está suspendido, las escuelas y universidades permanecen cerradas. Los extranjeros, cuerpo diplomático incluido, fueron sometidos a cuarentena por 30 días y sus movimientos fueron duramente limitados. La delegación alemana se retiró del país el pasado febrero.
El ejército tampoco se salvó de las medidas. El general Robert Abrams, comandante del ejército de los Estados Unidos asentado en Corea del Sur señaló el pasado 13 de marzo que las fuerzas armadas norcoreanas habían estado “30 días enclaustradas”. También informó el general que la Fuerza Aérea de Corea del Norte no había realizado ningún vuelo en 24 días. Abrams aseguró que información que obtuvo de los servicios de inteligencia afirmaban que sí había casos de la enfermedad en Corea del Norte.
Al 9 de abril de 2020, mientras en el mundo se contaban 1,5 millones de personas infectadas y más de casi 90 muertos, las cifran en el país asiático se mantenían constantes: cero casos.
Andray Abrahamian, académico británico del Centro para Políticas de Seguridad de la Universidad George Mason en Corea del Sur, considera que eso es extremadamente improbable. El académico considera que hoy día hay menos información que antes: “hay menos noticias disponibles porque, simplemente, hay menos personas entrando y saliendo del país”.
La periodista Jean Lee comparte la misma opinión de Abrahamian. “Lamentablemente hay pocos extranjeros en el lugar que puedan entregarnos una visión más detallada de lo que está pasando allí”, afirmó. Para un extranjero es imposible acercarse a un hospital para ver qué ocurre en su interior. “El coronavirus ha permitido que el gobierno limite aún más la libertad de movimiento de las personas”, señaló la periodista.
Para ella es un hecho que existan casos de la enfermedad en el país. “Con todo el tráfico que hay en la frontera común con China (1.400 km), es difícil de creer que no los haya”, señaló. El gran problema es que, sin la protección de China, Corea del Norte difícilmente pueda sobrevivir. De acuerdo al portal 38North, Pyongyang cerró sus fronteras a finales de enero para los viajeros y las mercancías. Solo se permite el paso de bienes bajo estrictas medidas de seguridad. Sin embargo, el virus se había extendido por toda China dos meses antes del cierre fronterizo así que es poco probable que este haya decidido detenerse justo en la frontera de ambos países.
Misteriosas muertes
El sitio web Daily NK reportó el 9 de marzo que 180 soldados norcoreanos habían fallecido “con síntomas que podrían tener relación con el nuevo coronavirus”. Se detectó que los hospitales militares rociaron metanol para desinfectar las áreas afectadas. Luego, el 25 de marzo, otro titular: “Once presos de la prisión de Chongori mueren por problemas respiratorios”. Oficialmente se dijo que la causa de muerte fue una debilidad inmunitaria de los pacientes, pero luego se desinfectó toda la cárcel.
La redacción de Daily NK se encuentra en Seúl y tiene una amplia red de informantes en Corea del Norte. Si bien cada dato que publican tiene al menos dos fuentes, sus noticias no pueden ser verificadas de forma independiente. “En general, nuestros informantes señalan que las autoridades han descrito muchas muertes por COVID-19 como debidas a una neumonía”, dijo Daily NK a DW. Para ellos, la evidencia de un brote de la enfermedad en Corea del Norte es “abrumadora”.
Propaganda estatal
La prensa estatal norcoreana, como la agencia KCNA y el diario Rodong Sinmun, han informado sobre la pandemia. Según el portal KCNAWatch, donde se recopilan versiones en inglés de todos los artículos de esa agencia noticiosa, hasta el 7 de abril se habían publicado más de 500 artículos donde se menciona la COVID-19. El tenor de estos es claro: se trata de mostrar lo que hace Corea del Norte para evitar un brote en el país. Al mismo tiempo, informa cómo aumenta el número de casos en el archienemigo del sur, para enfatizar la superioridad del sistema norcoreano. El 9 de abril, Corea del Sur contaba más de 10 casos, entre ellos 204 muertos.
Corea del Norte tiene cerca de 25 millones de habitantes. Si se confirmaran las sospechas de un brote de coronavirus, su sistema de salud sería incapaz de hacer frente al desafío sin ayuda externa. “Debido a la desnutrición crónica, la población es muy susceptible” a las enfermedades infecciosas, dice Lee. Durante su estadía en el país, pudo visitar hospitales.
“Están mal equipados para enfrentar una epidemia de esta magnitud”, señala. Faltan hasta las cosas más elementales. “Una medida básica de protección es lavarse las manos con agua tibia y jabón. Bueno, ambas cosas escasean en Corea del Norte”, revela.
Vía DW