Es uno de los asuntos más tensos del momento. La posibilidad de una tercera guerra mundial están en los oídos de todos a raiz de la decisión de Donald Trump de declarar como enemigo a Irán. Las informaciones están apareciendo por todo el mundo y el estado de alerta ya está mosqueando a la ciudadanía. Una vidente se ha atrevido a decir que durante 7 semanas del primer semestre del 2020 el mundo vivirá su peor momento.
Un repaso histórico
Europa, a principios del siglo XX, era el centro geopolítico del mundo. Alemania, Francia y Reino Unido conformaban un bloque muy poderoso. El continente llevaba varias décadas en paz. Las anteriores confrontaciones bélicas ya no existían. En este contexto, el 28 de junio de 1914, nacionalistas bosnios mataron a sangre fría al archiduque Francisco Fernando de Austria, en Sarajevo.
En Viena, nadie podia imaginar lo que iba a venir después. Sin embargo, el asesinato generó un efecto dominó en toda Europa. Las fichas cayeron de manera rápida e incontrolable. Muy pronto, las principales potencias europeas estaban enfrentadas en dos bandos. Había comenzado la Primera Guerra Mundial, una de las más sangrientas de la historia.
Con un numero de bajas de entre nueve y diez millones de muertos, muchos han presupuesto que guarda mucha relación con lo que está sucediendo ahora, una escalada de sucesos que terminan en el apocalipsis. ¿Estamos viviendo algo similar con el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, número dos del régimen teocrático de Teherán?.
El sensacionalismo, Trump y las redes sociales
En un mundo digital que marca el ritmo de las informaciones, muchos han mostrado la ejecución de Soleimani como prólogo de una posible Tercera Guerra Mundial. Sí, es posible y tiene pocos visos de imposibilidad. Ahí está el caso de cómo comenzó la Primera. Desde aquel suceso, los gobiernos han mostrado más prudencia pero fluctua según el país y su lider.
El desarrollo tecnológico ha producido nuevas armas que son más sangrientas y devastadoras a las que había en el siglo XX. Los drones forman parte ya de la vida diaria y son muchos los que ya tienen licencia de manejo. Estos drones mataron, precisamente, al general Soleimani. El daño colateral de estos artefactos son el pueblo, niños y mayores inoncente cuyos asesinatos son brutales, como se ha demostrado en Afganistán e Irak estos años.
Otro elemento que sale a la palestra es la guerra Estados Unidos-Vietnam, donde nadie salió ganando. El ascendente rechazo social a esa guerra que, por cierto, también comenzó con eventos aislados y fue escalando al punto de que Estados Unidos llegó a tener medio millón de soldados en esa nación asiática, terminó toda posibilidad de conflictos injustificados hasta la Guerra del Golfo e Irak en 2003.
¿Es exagerado que entremos en guerra?
Si nos vamos al caso de España, es curioso pero sigue siendo uno de los rivales más débiles en caso de entrar en guerra. El sentimiento nacionalista se demostró con el ascenso del partido de extrema derecha y filonazi VOX. Sin embargo, España pide paz por su herencia de la Guerra Civil, aun no superada a pesar de tantas generacioens.
Las redes sociales son otra cosa a tener en cuenta. En la Segunda Guerra Mundial, la gente se enteraba de lo ocurrido por la radio y telediarios en los cines. Todos los gobiernos censuraban la información negativa a cambio de propaganda. Ya con la televisión en los hogares muchos no tuvieron el estómago de ver las realidades en el campo de batalla.
Hace días una milicia apoyada por Irán lanzó unos misiles que mataron a un contratista estadunidense en Irak. Grupos chiitas con vínculos al régimen de Teherán asaltaron la embajada de Estados Unidos en Bagdad. El presidente Trump, entonces, decidió asesinar al general más importante de Irán. Los iraníes reaccionaron bombardeando dos bases estadunidenses en Irak. ¿Error repetido? ¿Nos suena?.
Estados Unidos achacó a una labor de inteligencia que anticipó el ataque. La otra cara de la moneda la puso Irán que afirmó que hubo por lo menos 80 muertos de personal de EU. Y luego el asunto de los misiles en venganza por el asesinato de Soleimani, parece otra causa para hacerle cosquillas pesadas a un presidente excéntrico e impulsivo.
Hasta ahí todo, pero el conflicto en Oriente Medio no cesa. Trump e Irán se mirán de lejos pero ambos deciden no querer guerra. Pero Irán es un elemento aislado, otros países como Irak, Israel, Líbano, Siria, Arabia Saudita, Qatar, Yemen y Afganistán no están dispuestos a ponerle las cosa faciles a Estados Unidos. Y luego están Rusia, China y Corea del Norte. Y al final, Europa, Japón y Australia en jaque esperando a ver que pasa para tomar decisiones. De momento y por mucha videncia y predicciones que haya, no se avecina guerra próxima pero habrá que estar atentos.
