La primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, que sufrió una humillante derrota electoral que le costó al partido conservador su mayoría gobernante, planea permanecer en el poder, muy probablemente tratando de formar un gobierno minoritario con el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte.
“La primera ministra ha visitado el Palacio de Buckingham a las 12:30 hoy para pedir permiso a la reina para formar un gobierno”, dijo su oficina en un comunicado.
May había convocado unas elecciones tres años antes con la esperanza de ganar un mandato más fuerte mientras Gran Bretaña se prepara para dos años de negociaciones sobre su retiro de la Unión Europea, pero los votantes no recompensaron la apuesta de May. En su lugar, eligieron un Parlamento fragmentado, uno en el que ningún partido tiene una mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes de 650 parlamentarios.
El fracaso de las elecciones (que registró fuertes subidas por parte del mayor partido de la oposición, el Partido Laborista y las modestas ganancias de un partido más pequeño, los demócratas liberales centristas) es otro indicio de las duras divisiones políticas en Gran Bretaña antes de que comiencen las negociaciones formales sobre la retirada de la Unión Europea.
A pesar de la pérdida de al menos 12 escaños para los conservadores, May tratará de formar una mayoría de trabajo con el apoyo del Partido Unionista Democrático, que tiene 10 escaños. Con los 318 asientos conservadores más el DUP, May tendría 328 votos, justo dos por encima de los 326 necesarios para una mayoría.
La DUP, un partido históricamente protestante que busca mantener el lugar de Irlanda del Norte en el Reino Unido, mantiene estrechos vínculos con los conservadores y apoyó la retirada de Gran Bretaña de la Unión Europea. No estaba claro qué precio podría exigir su apoyo. Arlene Foster, la líder del partido, debía dirigirse a los partidarios en Irlanda del Norte el viernes.
En algunos aspectos, la situación en Gran Bretaña se asemeja hoy a una en 2010, cuando los conservadores ganaron la mayoría de los escaños en las elecciones generales pero no tenían una mayoría absoluta. Formaron un gobierno de coalición con los demócratas liberales.
En un gobierno de coalición, el socio menor toma asientos ministeriales y es parte de las decisiones diarias del gabinete. En cambio, en un gobierno minoritario, un partido más pequeño acepta apoyar al partido gobernante en los votos legislativos, pero no necesariamente será parte del gobierno.
Lo que emerja hoy será probablemente más frágil que la coalición formada en 2010 por David Cameron, predecesor de May como primer ministro, que duró cinco años. Y aunque la señora May pudiera sobrevivir a medio plazo, su autoridad se ha visto gravemente dañada.
