Las acciones más importantes han sido en París, donde ha partido una marcha desde el barrio de Bercy con dirección a la Puerta de Versalles, en el sur de la ciudad, mientras que la Policía ha advertido de que cualquier manifestación de "chalecos" está prohibida en puntos estratégicos como Los Campos Elíseos, El Elíseo, la Casa Matignon (residencia del Primer Ministro), la Asamble Nacional o la Catedral de Notre Damme.
También hay manifestaciones en ciudades más pequeñas como Mans, Laval, Lons-le-Saunier y en Marsella, donde estaba presente el dirigente de izquierda Jean-Luc Mélenchon, así como en Burdeos, Lille o Montpellier.
Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, ha hecho un llamamiento a respetar escrupulosamente la filosofía de no violencia sin renunciar a la "presión máxima", para lograr la anulación de la iniciativa de reforma de las pensiones.
Mientras, el Secretario Federal de la Federación de Sindicatos de Trabajadores/as del Ferrocarril (SUD-Rail), Eric Meyer, ha advertido de que la convocatoria se mantendrá hasta que el Gobierno anuncie la retirada del Proyecto de Ley de reforma de las pensiones y ha recordado que el próximo 10 de diciembre hay convocada una nueva manifestación.
La movilización social deriva de la reforma de las pensiones planteada por Macron, que aspira a unificar los más de 40 esquemas contemplados actualmente por un único marco que, según él, favorecería la igualdad entre los trabajadores.
Entre las reivindicaciones expresadas por los sindicatos figura que el cálculo de las pensiones se haga en virtud de los ingresos obtenidos toda la vida laboral y la suspensión de Planes de Prejubilación para funcionarios, como trabajadores del transporte público y personal médico, aunque el Gobierno todavía no ha terminado de concretar su Proyecto.
Además, los camioneros han iniciado este sábado movilizaciones, bloqueos y marchas lentas en al menos 15 puntos para protestar contra el aumento de los impuestos sobre el diesel.
En las próximas semanas, el Parlamento francés tendrá que votar y validar o no el nuevo impuesto al diesel, que gravaría a los transportistas franceses y que se incluiría en los presupuestos públicos para 2020.
También se han sumado a las protestas sindicatos de periodistas como el Sindicato Nacional de Periodistas-Comfederación Nacional de Trabajadores (SNJ-CGT) o la Confederación Francesa Democrática del Trabajo-Periodistas, ante un "ataque sin precedentes contra las condiciones de vida de muchos periodistas independientes y los contratos precarios".