A Elisabeth Gertrude Skarits (63 años), austriaca y conocida como Elisabeth Skarits, la última vez que la vieron fue entre junio y agosto de 2011. Está acusada de un fraude de 4,2 millones de euros, de los que parece se apropió cuando era directora gerente de una empresa de administración de propiedades. Cargos similares pesan sobre Radina Stancheva Zhecheva, búlgara de 51 años, que cometió 10 fraudes entre 2010 y 2011, al hacer falsas promesas de empleo en Bulgaria y en el extranjero, por los que fue sentencia a 5 años de prisión, que no ha cumplido, porque se dio a la fuga.
La rusa fugada de la Justicia española
A Elena Puzyrevich, rusa de 39 años, la busca la Justicia española, por trata de personas, delito por el que tiene una condena de más de 12 años de prisión. Elena Puzyrevich, junto con su compañero sentimental, captaron a 9 compatriotas a las que obligaron a prostituirse en un club de la provincia de Cáceres. Las víctimas fueron atraídas a España con falsas promesas de empleo, sin saber que tendrían que trabajar como prostitutas. Les dieron una visa de turista y un billete de avión. Después de aterrizar en el aeropuerto de Madrid, tuvieron que comenzar a trabajar para pagar su deuda. Las condiciones en el club eran tan malas, que una chica saltó por la ventana tratando de escapar. Terminó en el hospital y una vez recuperada, regresó a su país.
“Las fugitivas más buscadas”
Una nueva campaña de la agencia europea del crimen, Europol, hace público el currículo de unas cuantas mujeres, sobre las que recaen, en general, delitos de estafa, trata de humanos y narcotráfico, y se hallan huidas de la Justicia. Bajo la marca “las fugitivas más buscadas, sus rostros aparecen, para dar una pista de cómo eran entonces; años más tarde, quién sabe qué aspecto tendrán, cuando han cambiado varias veces de identidad y residencia.
En 20 años
Europol dice que, “en las últimas décadas, el número de mujeres que participan en el crimen ha aumentado, aunque a un ritmo más lento que el de los hombres”. En la lista mundial de encarcelamiento de mujeres muestra que el número ha crecido un 53%, en los últimos 20 años; mientras que el de hombres lo ha hecho en un 20%. Ellas, tienden a cometer delitos contra la propiedad, pero su participación ha aumentado en todas las ramas del crimen. "Una de las posibles explicaciones, dicen, es que el progreso tecnológico y las normas sociales han liberado a las mujeres del hogar, aumentando su participación en el mercado del crimen”. Los expertos consideran que es importante investigar el comportamiento delictivo femenino, para determinar si las pesquisas de los policías para reducir la delincuencia, deberían diferir para las mujeres".
“Liberadas del hogar”
“Liberada del hogar” y amparada en “el progreso tecnológico”, parece que se sintió Elizabeth Dizon Honrada, filipina de 57 años, buscada por la Corte de los Países Bajos por narcotráfico y condenada a 5 años de prisión, por el Tribunal de Rotterdam, por contrabando de decenas de kilos de cocaína, desde la república de Surinam (América del Sur) a Holanda. Un envío por mar, de 15 kilos de cocaína fue localizado, el 7 de marzo de 2003. Un segundo envío, el 18 de abril de 2003, fue incautado, cuando la fugitiva condenada y otros de la banda, llegaron al puerto de Rotterdam con 30 kilos escondidos en un barco (de ello, hace 16 años). El capitán del barco era el socio de Elizabeth Dizon. Ahora, creen que Elizabeth se esconde en Riad, capital de Arabia Saudita pero, como también tiene familia en los Países Bajos, a saber dónde está.
La madame de la mafia nigeriana
La que no ha parece que vaya a comparecer en la sala donde está citada para ser juzgada, es Jessica Esohe Edosomwan, a la que buscan las autoridades judiciales francesas; su juicio está señalado para el mes que viene, noviembre. Jessica Esohe está acusada de ser miembro de la mafia nigeriana, de la que tanto conocen los investigadores españoles, dedicada a traer a niñas de pequeñas ciudades de Nigeria, hasta Francia. Las víctimas fueron alojadas y alimentadas en condiciones horribles, a precios muy altos, y se vieron obligados a trabajar como prostitutas en la calle o en la parte trasera de los camiones. Los ingresos fueron transferidos a Nigeria a través del sistema de pago hawala. Más de 20 sospechosos forman parte de esta célula de la mafia. A la fugitiva se la persigue desde 2017, y se cree que está en Francia, Alemania o Bélgica.