Los participantes en la manifestación han llegado a irrumpir en el mismo aeropuerto durante unos minutos antes de ser desalojados por la Policía, según testigos del "Hong Kong Free Press" y retornar a las barricadas que han establecido en algunos puntos de acceso a la Terminal 1.
El momento más tenso ha ocurrido poco después, cuando miles de manifestantes han inundado con mangueras de agua la estación subterránea de Tung Chung a varios kilómetros del aeropuerto, antes de comenzar a merodear por un centro comercial cercano.
A lo largo de la noche se esperaban otras dos protestas, en la ciudad de Tin Shui Wai, al norte de Hong Kong, frente al consulado británico en la Avenida del Almirantazgo, donde miles de hongkoneses solicitarán al Gobierno británico, potencia colonial hasta 1997, el permiso para validar sus pasaportes en el caso de que quieran residir en Reino Unido.
De momento el domingo ha transcurrido con tranquilidad en comparación con los disturbios del sábado, que han dejado un balance de 63 detenidos, según las cifras recogidas por el "South China Morning Post", en el que se trata del decimotercer fin de semana consecutivo de protestas contra las autoridades a partir de la polémica y ahora suspendida, propuesta de ley de extradición a China.
En las inmediaciones del aeropuerto los manifestantes han conseguido el cierre de al menos nueve estaciones de transporte, cuyos efectos se están percibiendo en la Terminal 2 en forma de ralentizaciones de los abordajes.
A pesar de ello, las autoridades aeroportuarias han confirmado que la mayoría de los vuelos que salen de Hong Kong funcionan normalmente.